Por Paula López
Una usuaria de TikTok ha encendido la conversación sobre la autenticidad de los productos en tiendas departamentales de prestigio. En un video que rápidamente se viralizó, la creadora de contenido @paoonate narró una preocupante experiencia tras adquirir un perfume de la marca Dior en una sucursal de Palacio de Hierro.
Según su testimonio, el perfume fue comprado como regalo para su esposo, pero al abrirlo notaron una fuga anormal del líquido.
“Las gotas le salían, parecía chorro eso”, describe en el video. Alarmados por el estado del producto, decidieron acudir a la tienda para pedir una solución.

La primera respuesta, según relata, fue desconcertante: la trabajadora del área de perfumería aseguró que ese tipo de filtración era “normal” en todos los perfumes. Incrédulos ante ese arguento—ya que han comprado fragancias anteriormente— insistieron en que se trataba de un defecto. Incluso al escalar la situación con atención al cliente y luego con una encargada, la respuesta fue la misma: “es normal”.
Tras una discusión que se volvió tensa, accedieron a cambiar el producto. Sin embargo, el nuevo frasco presentaba exactamente el mismo problema. Finalmente, y ante la creciente frustración, se les ofreció un reembolso.
Para despejar dudas, acudieron a otra tienda —Sephora— y adquirieron el mismo perfume. La diferencia fue evidente: el frasco tenía un detalle distintivo (una pequeña abejita grabada) que el otro no tenía, y además no presentaba filtraciones. Fue entonces cuando sospecharon que el perfume comprado inicialmente en Palacio de Hierro no era auténtico.
Este caso plantea una seria reflexión sobre los estándares de calidad y control en tiendas reconocidas, así como la facilidad con la que un consumidor puede ser víctima de productos falsificados, incluso en establecimientos que se presumen de lujo. En tiempos donde la confianza del cliente lo es todo, es vital que las marcas refuercen su compromiso con la autenticidad y la transparencia. La experiencia de una persona puede resonar en miles y convertirse en un llamado urgente a revisar lo que compramos… y a quién se lo compramos.
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