La nueva normalidad en América Latina ha traído consigo las peores sequías en 50 años en el sur de la Amazonia y un récord de huracanes e inundaciones en Centroamérica. Esta fue la predicción del Reporte del Estado del Clima en América Latina y El Caribe 2020 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU.
El reporte fue presentado en agosto de 2021 y señala que América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo más afectadas por el Cambio Climático y los fenómenos meteorológicos externos. Esto trae graves daños a la salud, a la vida, a la comida, al agua, a la energía y al desarrollo socioeconómico de la región.
Fenómenos recientes: 2022
El día de ayer, el Servicio Meteorológico Nacional de México registró un aumento anormal en la intensidad del viento con rachas superiores a 30 km/h así como aumentos en las concentraciones de partículas #PM10 en el Valle De México.
El sábado también fue captado por circulantes de la carretera México- Cuernavaca fuertes ráfagas de vientos tan espesos que impedían la visibilidad. El mismo se debió al polvo del Sáhara que viaja miles de kilómetros con polvo y sedimentos.
Si bien provoca dificultades para la claridad en circulación, también de acuerdo a El País, aporta agua a las actividades agropecuarias, mantos acuíferos y presas.
Por otro lado, científicos han determinado que el polvo del Sáhara ha contribuido también al fuerte incremento del sargazo, alga marina que llena las playas del Caribe. El contenido de hierro, nitrógeno y fósforo fertiliza el plancton y las algas marinas.
Durante la última década surgió el “Gran cinturón de sargazo del Atlántico” en las costas del Caribe, el Golfo de México y Florida. Sus efectos ambientales y económicos son devastadores. Está ahuyentando a los turistas, acabando con las industrias pesqueras locales y su limpieza es muy costosa.
Fuertes tormentas
Otro ejemplo fue la épica tormenta ocurrida en la franja de 1000 km entre el estado de Michigan y la costa atlántica de Canadá. El sábado 22, los vientos con potencia de huracán avanzaron en línea recta, en lugar de girar en espiral. Como resultado dejaron enormes destrozos, particularmente árboles arrancados.
Ese tipo de clima severo, que se alimenta de la inestabilidad en la atmósfera, es raro en Canadá y ocurre quizás una vez cada cinco o 10 años, dijo David Sills, director ejecutivo del Proyecto Tornados del Norte en la Universidad de Western, en Ontario. “Pero uno que atraviesa áreas densamente pobladas es aún más inusual, agregó.”
El resultado fue al menos 6 personas muertas víctimas de árboles que las aplastaron en su paso al ser arrancados de cuajo, según explica The New York Times.
Cambios de temperaturas
El informe OMM es claro al señalar que hay fuertes efectos relacionados al aumento de temperaturas, cambios en los patrones de precipitación y tormentas, así como un marcado retroceso de los glaciares. Esto impacta el surgimiento de ráfagas de viento de 132 kilómetros por hora como la ocurrida en Canadá.
Mientras la sequía afectaba a gran parte de México y América del Sur, 2020 trajo un inédito récord de 30 tormentas con nombre en la cuenca del Atlántico.
Usualmente en noviembre la temporada de huracanes está por llegar a su fin. Pero en 2020, presenció a los huracanes de categoría 4 Eta e Iota tocar tierra en la misma región con apenas una semana de diferencia.
Ante los fuertes impactos, la agencia de la ONU señala las siguientes recomendaciones en la región:
- reforzar el monitoreo de las amenazas climáticas
- fortalecer sus sistemas de alerta temprana
- planes de acción temprana para reducir el riesgo de desastres y sus impactos
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