Bacalar.- Existen por lo menos ocho enfermos de cáncer en comunidades rurales que exigen la muerte asistida. Pero la controversia entre valores morales y teológicos, principalmente en las familias, sumada a la falta de recursos, lo impide.
El Centro de Rehabilitación para Enfermos Marginados en Etapa Terminal A. C. ayuda en la medida de sus posibilidades a ellos, pero las limitaciones son evidentes. Inclusive, apenas pueden otorgárseles despensas y medicamentos por mes.
El cáncer de próstata, leucemia y seno son los que más prevalecen, lamentablemente en comunidades rurales, indicó Felicitas Hernández, representante vecinal del Ejido Blanca Flor.
Expuso que existen ocho casos detectados de enfermos que sufren por las complicaciones y dolores del cáncer. Se ubican en Buena Fe, El Bajío, Buena Esperanza, Kaan Lumil, Zamora y Los Alacranes.
El semblante de los enfermos es deprimente, su piel se lesiona con facilidad, el pelo se les ha caído, indicó.
“Ellos piden les dejen morir pero las familias no saben qué hacer. Por un lado están conscientes de que sería lo mejor pero por otro consideran que incurrirían en pecado. Es difícil”, señaló Felicitas Hernández.
El tratamiento para el cáncer cuesta hasta cinco mil pesos por mes y las familias de los enfermos ya no cuentan con recursos para proporcionárselos, indicó.
“Tampoco tienen para trasladarles a la Clínica de Chetumal pues eso implicaría gastos fuertes y tampoco pueden abandonar sus campos, pues dependen de ellos y hay más familiares”, expuso.
En Bacalar no existe clínica para tratar este tipo de enfermedades, la más cercana es la Unidad Especializada en Oncología de la Secretaría Estatal de Salud (Sesa) de Chetumal.
En Quintana Roo existen 123 enfermos de cáncer en fase terminal y aunque la Ley les otorga el derecho a muerte asistida, ninguno le ha recurrido. Herlindo Vázquez