Cancún, Quintana Roo, (Román Martíenz).-No cabe duda que el confinamiento fue mucho y la gente, ahora que se decretó que estamos en semáforo amarillo, de inmediato se volcaron a disfrutar las playas de nuestro hermoso Cancún, la prueba la vemos desde que amanece, a esos de las seis y media de la mañana, cuando apenas está saliendo el sol, en la Playa del Niño, donde familias enteras gozan del mar que está calientito.
Incluso, el estacionamiento de dicha playa, ubicada cerca del muelle fiscal de Puerto Juárez, que estuvo acordonado varios meses, ahora se ven muchos automóviles estacionados con parejas platicando y grupos de amigos que se nota que salen de trabajar toda la noche y recalan en esa área, donde se aprecia el amanecer y la salida del sol.
Cabe mencionar que esa playa, que antes le llamaban “Del Borracho”, porque había mucha gente tomada y era peligrosa, hoy es otra cosa, pues diario, a eso de las siete de la mañana, llega el personal del Ayuntamiento y con una máquina especial le retira el sargazo y cuadrillas con sus rastrillos y escobas le recogen la basura, además de que cuenta con baños que limpian cada 24 horas y prácticamente está en óptimas condiciones.
Lo único que no hemos visto es un policía en la caseta de vigilancia existente, lo cual es importante para inhibir a quien quiera hacer un desmán y otra cosa que sería vital es que desde que amanece, como llegan familias, la dirección de Protección Civil envíe uno o dos salvavidas, para que si alguien corre peligro por no saber nadar o porque el mar esté fuerte y picado, no pase a mayores y suceda una tragedia.