El Valle de la Muerte, La piscina del Diablo y El Poison Garden forman parte de los 8 destinos más escalofriantes del mundo que los turistas mueren por visitar
Carreteras oscuras, valles mortales o piscinas vertiginosas. Montes misteriosos, una ciudad subterránea o una isla de tiburones. Aquí te mostramos los 8 destinos más escalofriantes del mundo que los turistas mueren por visitar.
Hay destinos en todo el mundo para hacer turismo y conocer que solo están reservados para los amantes del peligro.Por tal motivo, aquellos que quieran adelantarse a planificar unas vacaciones más extremas que tranquilas pueden tomar nota de algunos lugares capaces de estremecer al más valiente.
Valle de la Muerte (EE.UU.)
Pese a su nombre es algo perturbador, el Valle de la Muerte en el este de California, Estados Unidos, atrae a numerosos turistas cada año.
Este sitio en el desierto de Mojave se encuentra entre los lugares más calientes de nuestro planeta y sigue batiendo récords. En los últimos, de hecho, alcanzó los 55ºC y con temperaturas del suelo que suben hasta los 70ºC.
Estar fuera del automóvil más de 5 minutos entraña gran riesgo y es inaguantable por el sol abrasador y por la sequedad del ambiente.
La cuenca de Badwater es la atracción más emblemática del sitio declarado en 1994 Parque Nacional. A 85,5 metros por debajo del nivel del mar, se trata del punto más bajo de América del Norte, y uno de los más secos y abrasadores del mundo.
La remota Isla Bouvet (Sudáfrica)
Ubicada a unos 2.500 kilómetros de Sudáfrica, la tierra habitada permanentemente más cercana, la isla Bouvet es la más remota del mundo. La masa de roca y hielo notoriamente inhóspita tiene 30 km2 y solo es desafiada por exploradores empedernidos, pero cuenta con una historia fascinante.
En 1964, los exploradores sudafricanos hallaron un bote salvavidas abandonado en la isla y no encontraron rastro de su tripulación. Se cree que la pequeña embarcación proviene de un barco más grande, pero no pasa ninguna ruta comercial a menos de 1.600 kilómetros de la costa. Hasta hoy sigue siendo un misterio.
En 1979, una serie de misteriosos destellos cerca de la isla fueron captados por satélites estadounidenses. Conocido como el “Incidente de Vela”, se cree que fueron una serie de pruebas nucleares en conjunto de Israel y Sudáfrica, aunque ninguna potencia extranjera lo reconoció oficialmente.
La piscina del Diablo (Zambia)
La piscina más peligrosa del mundo se encuentra en lo alto de las cataratas Victoria, en Zambia. en la unión con Zimbabue, Africa. Allí el agua comienza a caer desde una altura de 103 metros y es donde los turistas más insensatos se acercan.
Algunas personas perdieron la vida buscando una foto lo más cerca posible del extremo de la piscina. Pero el abismo no es el único riesgo, el caudal del agua puede subir más de un metro en pocos segundos.
Para colmo, no hay medidas de seguridad. No hay ningún tipo de red, ni quienes se bañan están sostenidos por algún arnés. Las piedras del fondo son resbaladizas, los golpes de agua pueden llegar de improviso y el nivel del agua puede subir un metro de repente y sin previo anuncio.
Coober Pedy, la ciudad subterránea (Australia)
Lejos, en el interior de Australia, Coober Pedy es una pequeña caminata: la ciudad más cercana está a más de 200 kilómetros de distancia. Pero el lugar tiene dos puntos de venta.
En primer lugar, es conocida como la “capital del ópalo del mundo”, con mineros durante generaciones que acuden en masa a la ciudad para buscar las piedras preciosas. En segundo lugar, bajo el suelo árido se esconde una increíble ciudad subterránea, con un túnel de casas, hoteles e incluso una galería de arte.
Con temperaturas registradas que alcanzan los 47 °C, los residentes escapan del calor viviendo permanentemente bajo tierra y, al igual que el Valle de la Muerte, resultó un atractivo irresistible para Hollywood.
The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert, se filmó parcialmente en el hotel subterráneo de White Cliff, mientras que Mad Max: Beyond Thunderdome grabó sus persecuciones de automóviles alrededor del área.
El Monte Hua (China)
Situada en la zona de Shaanxi, en China, esta montaña es uno de los lugares más peligrosos para visitar.
Aunque no existen estadísticas, se cree que unas 100 personas mueren al año en este monte.
El sendero para subir a la cima es realmente arriesgado por la curvatura complicada, pases muy estrechos y un recorrido entre la niebla que parece no tener fin.
Además, un ambiente misterioso rodea a este destino sagrado para la mayoría de los seguidores de la religión taoísta. Algunas personas también lo llaman “El Monte de los Inmortales”.
The Poison Garden (Inglaterra)
Pasear por el interior de este jardín botánico en Inglaterra es sin duda exclusivo para valientes, y queda en claro por los carteles con la prohibición de “oler o tocar cualquier planta ya que algunas de ellas podrían matar”.
La advertencia parece ir en serio teniendo en cuenta que los jardineros que las cuidan utilizan trajes de protección y máscaras.
El Jardín de los Venenos está situado en Alnwick, una localidad de la región inglesa de Northumberland, y entre las plantas que alberga hay cientos que son letales. Lo cierto es que aunque se puede visitar, cualquier descuido al acercarse a alguna de ellas puede resultar mortal.
La carretera de los Yungas (Bolivia)
Bolivia posee lugares maravillosos para descubrir, aunque en ocasiones para llegar a ellos haya que jugarse la vida. Es el caso del tramo que une las localidades de La Paz y Los Yungas, un trayecto que al año se lleva por delante al menos unas 200 vidas.
Una carretera estrecha y con acantilados, lluvia y niebla frecuente, y por si esto fuera poco, también hay deslizamientos de tierra que aparecen con el mal tiempo.
Todas estas circunstancias hacen que sea uno de los lugares más peligrosos del mundo para conducir. Tiene una longitud de 80 kilómetros y por algo se la conoce como la Carretera de la Muerte.
Paraíso de tiburones (Polinesia Francesa)
Tomar un baño en la Polinesia Francesa invita a encontrarse cara a cara con una gran cantidad de vida marina increíble, incluida una de las colecciones de tiburones más grandes del mundo.
Fuera de la isla de Fakarava, los buzos pueden nadar en un estrecho pasaje de solo 200 metros de ancho lleno de más de 700 de los asombrosas escualos.
El impresionante sitio es una Reserva de la Biosfera de la UNESCO y cuenta con más de 20 tipos diferentes de especies, que incluyen tigre, arrecife gris, limón, punta negra, punta blanca, aleta negra y marrajo.
Los turistas pueden nadar con los tiburones, que se dice que son las almas de los antepasados en la tradición local, y los ataques en la región son increíblemente raros. Eso dicen…
Fuente nota: Clarín.
