El dólar estadounidense sigue su tendencia alcista al inicio de la jornada del jueves, apoyado por el aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. Este movimiento está afectando a diversas divisas internacionales, como el yen, la libra esterlina y el euro, las cuales se acercan a niveles mínimos de varios meses. La incertidumbre sobre las políticas arancelarias de Donald Trump también contribuye a esta presión.
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Rendimiento de los bonos impulsa al dólar
El aumento en el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense está detrás de la apreciación del dólar. El rendimiento de las notas a 10 años alcanzó un máximo de 4.73% el miércoles, su nivel más alto desde abril. En el inicio de la jornada del jueves, operaba en 4.67%. Este repunte refleja las expectativas de los inversores sobre las políticas económicas que implementará Donald Trump al regresar a la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Los analistas prevén que las políticas de Trump puedan generar un impulso en el crecimiento económico, aunque también podrían reavivar la inflación, lo que incrementaría la presión sobre los precios. Esto ha generado un aumento en la demanda por bonos del Tesoro, lo cual también beneficia al dólar, al aumentar su atractivo frente a otras monedas.

Las divisas más afectadas
El impacto de la subida del dólar ha sido notorio en varias divisas importantes. La libra esterlina, por ejemplo, cayó un 0.69%, cotizando a 1.2282 dólares. Este retroceso lleva a la moneda británica a su nivel más bajo desde noviembre de 2023, y está en camino de registrar su mayor caída en tres días en casi dos años.
El euro también se vio afectado, perdiendo terreno hasta los 1.0302 dólares, muy cerca de su mínimo de dos años tocado la semana pasada. Las preocupaciones por la posibilidad de que el euro se deprecie aún más, incluso alcanzando la paridad con el dólar, siguen siendo un tema relevante en los mercados, especialmente debido a la incertidumbre generada por las políticas comerciales y arancelarias.
Por su parte, el yen japonés también enfrenta presión. La moneda se cotizaba a 158.15 unidades por dólar, cerca del umbral crítico de 160 que llevó a Japón a intervenir en los mercados en julio. El yen alcanzó recientemente su nivel más bajo en casi seis meses, tocando 158.55 unidades el día anterior, lo que refuerza la preocupación sobre el impacto que la fortaleza del dólar podría tener en las economías internacionales.
La incertidumbre arancelaria y su efecto en los mercados
Uno de los factores que más influye en las fluctuaciones del dólar es la incertidumbre relacionada con las políticas arancelarias de Donald Trump. El expresidente ha dejado claro que las tarifas comerciales seguirán siendo una herramienta clave en su agenda económica. Esta incertidumbre está afectando las decisiones de los inversores, quienes temen que el regreso de Trump al poder pueda agravar las tensiones comerciales, especialmente con países como China y la Unión Europea.
Según Kieran Williams, de InTouch Capital Markets, “la narrativa cambiante de Trump sobre los aranceles ha tenido un efecto en el dólar. Parece que este capricho es algo a lo que los mercados tendrán que adaptarse en los próximos cuatro años”. Esto sugiere que, independientemente de las fluctuaciones inmediatas, los mercados deberán acostumbrarse a un entorno de políticas comerciales más impredecibles y menos estables durante los próximos años.
Este tipo de incertidumbre no solo afecta al valor del dólar, sino que también genera volatilidad en los mercados globales. La posibilidad de nuevos aranceles o medidas proteccionistas podría tener consecuencias a largo plazo para las relaciones comerciales internacionales, lo que a su vez afectaría el valor de las divisas en todo el mundo.

Impacto en la política monetaria y las decisiones globales
La situación actual también plantea preguntas sobre la política monetaria de otros países frente al fortalecimiento del dólar. Mientras que los bonos del Tesoro estadounidense se vuelven más atractivos debido a los rendimientos más altos, los bancos centrales de otras naciones se enfrentan a la difícil tarea de equilibrar sus propias políticas económicas con la presión externa provocada por la fortaleza del dólar.
El Banco Central Europeo, por ejemplo, se encuentra en una situación compleja, ya que la debilidad del euro afecta tanto la inflación como la competitividad de las exportaciones. Un euro más débil podría encarecer las importaciones y generar presiones inflacionarias en la zona euro. Además, la incertidumbre arancelaria sigue siendo un tema de preocupación, especialmente si Trump decide reactivar o aumentar los aranceles a productos de la Unión Europea.
En Japón, la intervención en los mercados cambiarios es una medida que podría volverse más común si el yen sigue depreciándose frente al dólar. Aunque las autoridades japonesas no han tomado acciones drásticas en los últimos meses, el mercado sigue observando de cerca cómo reaccionarán ante un yen más débil, ya que esto podría generar tensiones económicas internas.
Fuentes: Aristegui noticias
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