Un papa de paz y cercanía
El Papa Francisco fue recordado este sábado en la homilía de su funeral celebrado en la Plaza de San Pedro, ante más de 200,000 personas y 140 delegaciones internacionales. Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio y encargado de oficiar las exequias, destacó la figura del Papa como un líder incansable en la búsqueda de paz y justicia social.
En su intervención, Re recordó cómo el Papa nunca dejó de alzar su voz en favor de la paz, especialmente frente a las guerras que azotaron el mundo durante su pontificado.
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El Papa, un defensor de los últimos
A lo largo de su pontificado, Francisco fue conocido por su cercanía con los más necesitados. Re subrayó que el Papa dedicó su vida a los “últimos de la Tierra” y a los marginados, siempre buscando la manera de ayudar a los más vulnerables.
Como señaló Re, “el Papa Francisco fue un pontífice entre la gente, con un corazón abierto a todos”. En este sentido, el cardenal recordó algunas de las frases más emblemáticas del Papa, como “la guerra es solo muerte de personas, destrucción de casas, hospitales y escuelas. La guerra siempre deja al mundo peor que antes”.
“Construir puentes, no muros”
En su homilía, Re también recordó una de las frases más representativas del Papa Francisco:
“Construir puentes y no muros”. Este mensaje se hizo famoso durante un encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y otros líderes mundiales. La idea de Francisco de abrir puertas y tender puentes, en lugar de levantar barreras, fue central en su mensaje de unidad y fraternidad mundial.
El cardenal también resaltó que, a pesar de su frágil estado de salud, el Papa Francisco continuó trabajando hasta el último día de su vida terrena. La imagen del Papa bendiciendo a la multitud desde el balcón de la Basílica de San Pedro durante el Domingo de Resurrección, a pesar de sus problemas de salud, fue recordada como un símbolo de su dedicación y servicio.
Un pontificado marcado por la humildad
Giovanni Battista Re destacó la sencillez y cercanía de Francisco, caracterizado por su lenguaje espontáneo, cargado de imágenes y metáforas que llegaron al corazón de muchas personas, incluso de aquellas alejadas de la Iglesia. Su estilo informal y su capacidad de escuchar lo convirtieron en un líder accesible para todos.
El cardenal también mencionó que el Papa Francisco promovió una visión de la Iglesia como una “casa para todos”, con puertas abiertas para recibir a quienes más lo necesitan.
En este sentido, recordó el primer viaje apostólico del Papa, que lo llevó a Lampedusa, símbolo de la tragedia de la inmigración. Este viaje reflejó el compromiso de Francisco con los refugiados y desplazados, y su deseo de brindarles un hogar.
Viajes apostólicos: un legado de cercanía global
El cardenal recordó también los 47 viajes apostólicos que Francisco realizó durante su papado, destacando en particular su visita a Irak en 2021, que fue un acto de consuelo para las víctimas de la violencia del Estado Islámico. Re también mencionó su viaje a la frontera entre México y Estados Unidos, así como su visita a la isla griega de Lesbos, ambos eventos que marcaron la atención del Papa a las crisis humanitarias y su constante llamado a la solidaridad.
El legado espiritual del Papa Francisco
Al finalizar su homilía, Giovanni Battista Re recordó la costumbre del Papa de concluir sus discursos con la frase:
“No se olviden de rezar por mí”. En este momento, el cardenal pidió al Papa que ahora intercediera por el mundo entero desde el cielo y bendijera a la Iglesia, a Roma, y a todos los pueblos, como lo hizo con un último abrazo a toda la humanidad en su última aparición pública.
Fuente: López Dóriga
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