195 países duplican sus días de calor extremo en un año
Las temperaturas extremas registradas este verano han encendido alertas en todos los continentes. Más de 4 mil millones de personas, casi la mitad de la población mundial, han sido expuestas a al menos 30 días consecutivos de calor inusual entre mayo de 2024 y mayo de 2025, de acuerdo con el análisis conjunto de Climate Central, World Weather Attribution y la Cruz Roja Internacional.

Este fenómeno no es casual. Investigaciones científicas recientes confirman que la intensidad y duración del calor tienen una relación directa con el cambio climático inducido por la actividad humana.
En 195 países, los días calurosos se duplicaron en comparación con lo que sería normal sin la influencia del calentamiento global.
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En este contexto, Europa y América han sido los focos principales de las consecuencias más visibles. Las olas de calor han dejado cientos de muertos, millones de personas vulnerables y una presión constante sobre los sistemas energéticos, agrícolas y sanitarios.
Emergencia en Europa: Ola de calor deja 2.300 muertos y colapsa redes eléctricas en 2025
El verano europeo ha estado marcado por temperaturas récord y un incremento en la mortalidad. Entre el 23 de junio y el 2 de julio de 2025, se reportaron al menos 2 300 fallecimientos por causas relacionadas con el calor en una decena de países, siendo Portugal, España, Francia e Italia los más afectados.
En Mora, Portugal, se alcanzaron los 46.6 °C, mientras que en Italia y Grecia se desataron incendios forestales que obligaron a evacuar a miles de personas. Las olas de calor han sido acompañadas por un aumento notable en la demanda eléctrica, con incrementos de hasta el 14 % en horas pico, afectando la estabilidad de las redes energéticas.

El impacto económico no es menor. Un análisis del Banco Central Europeo estima que las olas de calor podrían reducir el PIB en hasta 0.5 puntos porcentuales en promedio, con países como España enfrentando pérdidas de hasta el 1.4 %. La agricultura, el turismo y la infraestructura han resentido los efectos de un verano que aún no termina.
El calor superará 45°C en Yucatán y norte de México hasta septiembre
En territorio mexicano, las altas temperaturas han superado los 45 °C en regiones del norte y sur del país. Solo entre abril y junio de 2024 se contabilizaron más de 90 muertes por calor, además de 1 937 atenciones médicas por deshidratación, golpes de calor y complicaciones cardiovasculares.

La situación también ha afectado a la fauna silvestre. En Tabasco y Chiapas murieron al menos 157 monos aulladores por falta de agua y sombra. El estrés térmico se ha extendido a los ecosistemas, los cultivos y los mantos acuíferos.
Las sequías continúan extendiéndose por estados como Sonora, Chihuahua y Veracruz, con efectos visibles en la producción agrícola. La falta de lluvias y las altas temperaturas están comprometiendo cosechas de maíz, caña de azúcar y frijol.
Aunque aún no hay cifras finales para julio, los modelos de predicción del Servicio Meteorológico Nacional anticipan que las temperaturas seguirán por encima de la media hasta septiembre, especialmente en la península de Yucatán, el Altiplano Central y el noreste del país.
Se acelera el calentamiento global
La Organización Meteorológica Mundial advirtió que hay un 86 % de probabilidad de que, entre 2025 y 2029, al menos un año supere el umbral de 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales. Si eso ocurre, los eventos como olas de calor, incendios, tormentas intensas y sequías serán cada vez más frecuentes.
El fenómeno de “climate whiplash”, o alteraciones abruptas entre sequía e inundaciones, ya se ha observado en regiones de Asia, África y América del Norte. La falta de infraestructura verde y de políticas de adaptación expone a millones de personas a daños materiales, enfermedades y desplazamiento forzado.

Según el Foro Económico Mundial, mil millones de personas ya enfrentan impactos por el aumento del nivel del mar, mientras que los humedales —clave para mitigar inundaciones y conservar biodiversidad— se están perdiendo a un ritmo alarmante.
Cambio climático sin fronteras
En Estados Unidos, las lluvias extremas en Texas durante julio dejaron más de 130 muertos y destruyeron infraestructura urbana. En Asia, el desbalance entre monzones intensos y sequías profundas ha provocado pérdida de cosechas y migración rural. En África, las regiones del Sahel y el Cuerno enfrentan estrés hídrico, desertificación y desplazamientos masivos.

Los informes más recientes coinciden en que el cambio climático no es un fenómeno futuro, sino una realidad que afecta ya a todos los sectores de la sociedad. Desde la salud hasta la economía, el impacto del calor extremo está transformando el paisaje global, y México no es la excepción.
Ante este panorama, la urgencia de políticas de adaptación, sistemas de alerta temprana y estrategias locales de resiliencia se vuelve cada vez más evidente. La magnitud del problema exige acción inmediata y sostenida a nivel mundial.
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