Desde su formación, Gino Segura y Estefanía Mercado han inculcado un ritmo sólido en el equipo marista: una mezcla de rigor táctico, picardía y velocidad en los pasillos. En los últimos encuentros, ambos han logrado elevar el nivel colectivo, ajustando su compenetración para responder con inteligencia al desafío del 27, fecha clave en el calendario competitivo.
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Ana Paty: el comodín inesperado
La llegada de Ana Paty replantea el equilibrio del equipo. Aunque su rol inicialmente parecía secundario, su capacidad para adaptarse al estilo de Gino‑Estefanía la convierte en pieza vital. Su versatilidad en defensa y presión alta ofrece nuevas combinaciones: puede sumarse al eje central o reforzar bandos, según el rival o la fase del partido.

Hacia el 27: ¿juego completo o ataque táctico?
Con el 27 a la vuelta de la esquina, el tándem base deja de ser una simple apuesta para convertirse en la columna vertebral de la estrategia. Gino y Estefanía centran foco en consistencia, mientras Ana Paty es proyectada como factor sorpresa: ingresará en momentos clave para desbalancear al contrincante, aportar frescura en desgaste físico o cambiar el ritmo según se requiera.
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