La jueza federal Allison Burroughs, del distrito de Massachusetts, ha extendido indefinidamente una orden temporal que impide al gobierno de Donald Trump revocar la capacidad de la Universidad de Harvard para matricular estudiantes internacionales.
Esta medida responde a la solicitud de Harvard de evitar que la administración interfiera con la admisión de estudiantes internacionales. La decisión judicial mantiene el statu quo mientras se resuelve el litigio, permitiendo que la universidad continúe con su misión académica inclusiva.
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Tensión entre la universidad y el gobierno federal
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), bajo la administración Trump, había revocado la certificación de Harvard en el Programa de Visitantes de Intercambio Estudiantil (SEVP), acusando a la universidad de promover sentimientos antisemitas y pro-Hamas, además de mantener un ambiente inseguro.
Harvard negó estas acusaciones, defendiendo su compromiso con la diversidad y la inclusión, y acusó al gobierno de represalias por su resistencia a interferir en asuntos académicos. La revocación amenazaba el estatus migratorio de más de 7,000 estudiantes y académicos internacionales.

Apoyo institucional y simbólico en la graduación
Durante la ceremonia de graduación de la Clase 2025, celebrada en el campus de Cambridge, estudiantes y docentes expresaron su solidaridad con los estudiantes internacionales.

La presidenta de Harvard, Alan Garber, fue ovacionada por su defensa de los valores universitarios y la inclusión. Estudiantes como Yurong “Luanna” Jiang, graduada china, recibieron una ovación por su llamado a reconocer la humanidad compartida más allá de las fronteras.
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