Cancún.- Es fundamental el papel que tiene la academia en la cultura de paz y la transformación de violencias; pues, se requiere que la educación deba ser integral y ofrezca un enfoque completo de formación no solo de profesionistas sino de seres humanos que aporten cosas positivas a la sociedad, expresó Julián Aguilar Estrada, rector de la Universidad Tecnológica de Cancún BIS
La casa de estudios fue el recinto para la conferencia “El rol de la academia en la construcción de la paz y la transformación de violencias”, impartida por la consultora internacional Rosa Inés Floriano Carrera, quien enfatizó que desde cualquier carrera se puede ofrecer una educación integral basada en una cultura de paz.
En el marco del Día Mundial de la Ciencia para La Paz y el Desarrollo y ante esta importante conferencia, el rector expresó su confianza en que este mundo puede cambiar para mejorar y con acciones como las que hoy se realizan desde la UT Cancún BIS se puede avanzar hacia una cultura de paz y la transformación de violencias.
Sostuvo que el enfoque de cultura de paz debe ir encaminado a la resolución de los conflictos alejados de acciones violentas; optando por disuadirlos, a través de acuerdos entre las personas.
La participación de Rosa Inés Floriano en la UT Cancún BIS, forma parte del enfoque en el que se viene trabajando para fomentar y fortalecer una cultura de paz en la comunidad universitaria; siendo este lugar un semillero para construir la paz en Cancún y Quintana Roo, puntualizó Julián Aguilar.
En tanto, la experta en el tema de cultura de paz, Rosa Inés Floriano, expuso ante los asistentes que la academia, debe ser una guía para las nuevas generaciones para crecer con un enfoque de paz; sobre todo, saber escucharlos con un interés genuino para lograr entenderlos, comprenderlos y atenderlos.
“La juventud y la academia, los dos en equipo, pueden hacer grandes transformaciones cuando encuentran la manera de conectarse con una genuina aspiración de hacer que las cosas funcionen mejor”, expresó la especialista con más de 24 años de experiencia en el tema.
Reconoció que como sociedad se tiene una profunda dificultad para conectar con los jóvenes, lo que implica que es necesario remodelar las formas y romper esquemas y paradigmas, para aprender una forma de interactuar e incluir la diversidad, ya que ese aspecto está costando trabajo a la sociedad reconocerlo y por lo tanto, se violenta.
En lo referente al rol de la academia en la construcción de paz y transformación de violencias, Floriano Carrera dijo que la academia tiene el potencial de interactuar con todos los niveles y actores de la sociedad, que puede cumplir un rol catalizador de esfuerzos; de conectar con las bases a través de una inserción en la comunidad para conocer cuáles son las necesidades del territorio, más allá de identificar cuáles son las carreras que necesitan.
“La proyección social es precisamente entender la dinámica antropológica, cultural, económica, y ver cuáles relaciones en el territorio se están haciendo disfuncionales y, desde la academia hacer investigación y pedagogía para ayudar a transformar. En el centro de la construcción de la paz, están las relaciones”, puntualizó la directora de programas del Secretariado Nacional de Pastoral Social.
Rosa Inés Floriano enfatizó que la academia debe meterse en la realidad cotidiana de la gente para conocer lo que necesita transformarse; además de contribuir con la investigación para la toma de decisiones basadas en evidencias científicas, pero también debe ser la que inspire a sus estudiantes.
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