El Papa León XIV anunció que volverá a pasar los veranos en Castel Gandolfo, retomando una costumbre interrumpida por el papa Francisco desde 2013. Del 6 al 20 de julio y nuevamente del 15 al 17 de agosto, el pontífice se alojará en la Villa Barberini, evitando el palacio convertido en museo, y disfrutará de la piscina y la nueva pista de tenis, según informó la Santa Sede.
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Respeto al legado sin aspavientos
La elección de León XIV marca un regreso discreto a prácticas tradicionales, en sintonía con su perfil bajo y enfoque doctrinal. A diferencia de Francisco, que evitó las vacaciones en Castel Gandolfo y convirtió el palacio en museo, este pontífice apela a la continuidad institucional sin rupturas, al mismo tiempo que busca fortalecer la unidad interna de la Iglesia.
Señal de cercanía local
Durante su estancia, León XIV dirigirá el rezo del Ángelus públicamente el 13 y 20 de julio, y otra vez en agosto con motivo de la Asunción.
También suspenderá audiencias en el Vaticano durante la mayor parte de julio como gesto de reposo ceremonial. Estos eventos tradicionales beneficiarán económicamente a la comunidad de Castel Gandolfo y reforzarán el vínculo directo entre el pontífice y los fieles locales.
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