Denuncia pública y desesperada
Lizeth Álvarez Arreola, acompañada por su abogada Denise Reyes y apoyada por las Madres Buscadoras de Quintana Roo y diversos colectivos feministas, denunció públicamente la sustracción de su hijo de cinco años por parte de su ex pareja, David “N”.
Según relató, el padre del menor aprovechó una visita en un supermercado para llevárselo a escondidas, dejándola en un estado de desesperación y angustia.
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Álvarez Arreola detalló que no es la primera vez que su ex pareja realiza este tipo de acciones. Hace dos años, en la Ciudad de México, también le había arrebatado al niño, pero en aquella ocasión logró recuperarlo.
“Mi hijo tiene una vida estable aquí, con su escuela, amigos y familia. Pido ayuda a toda la ciudadanía para poder localizarlo”, imploró la madre.
Falta de apoyo institucional
La madre presentó la denuncia hace cuatro días y, aunque ya se ha emitido una Alerta Amber y una orden de aprehensión contra David “N”, asegura no haber recibido el apoyo suficiente por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE).
“No me han informado nada, todo lo he tenido que hacer por mi cuenta con mi abogada”, afirmó.
Reveló que la única acción que recibió de la FGE fue una visita para verificar si el menor estaba en su domicilio, donde confirmaron que el niño ya había sido llevado a Playa del Carmen.
Además, Álvarez Arreola señaló que tiene otras denuncias interpuestas contra su ex pareja, incluyendo temas de guardia y custodia, violencia física, emocional y psicológica, y el robo de su motocicleta. Pese a ello, lamenta la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades.
Aumento de la violencia vicaria
Denise Reyes, abogada de Álvarez Arreola, indicó que en las últimas dos semanas se han activado al menos nueve fichas de búsqueda para menores de edad en Quintana Roo, reflejando un preocupante aumento de la violencia vicaria en la región.
Reyes exigió la implementación de medidas más estrictas y penas severas para los agresores.
“Necesitamos penas más duras porque parece que no les interesa y siguen sustrayendo a los niños los agresores vicarios”, concluyó.
Llamado a la sociedad
La situación de Lizeth Álvarez Arreola es un claro ejemplo de la lucha de muchas madres que, desamparadas por las instituciones, se ven obligadas a buscar justicia y seguridad para sus hijos por sus propios medios.
Su llamado desesperado a la sociedad busca no solo recuperar a su hijo, sino también generar conciencia sobre la necesidad urgente de mejorar los sistemas de protección y respuesta en casos de sustracción y violencia familiar.
- 9 fichas de búsqueda por menores se han activado en las últimas dos semanas en Quintana Roo, reflejando un aumento preocupante de la violencia vicaria.
Fuente: 24 hrs Quintana Roo
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