México enfrenta a Japón y Corea en amistosos
La selección mexicana de fútbol disputará dos partidos amistosos de alto nivel contra Japón y Corea del Sur en la próxima fecha FIFA de septiembre. Ambos encuentros se jugarán en Estados Unidos y forman parte del calendario de preparación del equipo rumbo al Mundial 2026, que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá.
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El anuncio fue realizado este martes por la Federación Mexicana de Fútbol, detallando que el primer duelo será el 6 de septiembre ante Japón, en el Alameda County Stadium de Oakland, California. Tres días después, México se enfrentará a Corea del Sur en una sede que aún está por confirmarse.
Ambos compromisos se suman a los programados para junio, cuando el conjunto nacional se medirá a Suiza y Turquía en territorio estadounidense, el día 7 en Salt Lake City y el 10 en Chapel Hill, respectivamente. Estos encuentros servirán de preparación inmediata antes de su participación en la Copa Oro de la Concacaf.
Partidos clave en septiembre
Los amistosos ante selecciones asiáticas buscan ofrecer a México escenarios competitivos y diferentes estilos de juego. Japón y Corea del Sur son rivales habituales en fases mundialistas y se caracterizan por su disciplina táctica y velocidad, lo que representa un reto para el conjunto mexicano y una valiosa oportunidad de evaluación para su cuerpo técnico.

Japón ha logrado consolidarse como una potencia futbolística en Asia y ha tenido actuaciones destacadas en los últimos mundiales. Por su parte, Corea del Sur mantiene una presencia constante en torneos internacionales y fue semifinalista en 2002. Ambos equipos ocupan actualmente posiciones altas en el ranking FIFA.
El calendario ofrece una agenda exigente para el equipo nacional, que busca llegar con ritmo, cohesión y claridad táctica al arranque del Mundial. Los encuentros también permitirán medir el rendimiento de los jugadores en diferentes contextos y analizar variantes estratégicas.
Rumbo al Mundial 2026
México será anfitrión del torneo más importante del fútbol global en 2026, compartiendo la organización con Estados Unidos y Canadá. Esta responsabilidad le da al equipo tricolor la ventaja de no disputar eliminatorias, pero también el compromiso de llegar bien preparado.
La planeación de amistosos de alta exigencia responde a ese objetivo. Enfrentar a selecciones mundialistas, con estilos de juego contrastantes, forma parte de una estrategia más amplia que incluye módulos de concentración, análisis de rendimiento y una base de jugadores cada vez más internacionalizados.
Los amistosos también generan expectativas entre los aficionados en Estados Unidos, uno de los principales mercados del fútbol mexicano. Las sedes elegidas garantizan estadios llenos y apoyo masivo, algo que el equipo ha experimentado en numerosas ocasiones durante sus giras previas.
Aguirre afina su equipo
Javier Aguirre, quien atraviesa su tercera etapa al frente del combinado nacional, se encuentra en el tramo clave para definir la nómina que representará a México en 2026. El técnico ha dejado buenas sensaciones desde su llegada en septiembre del año pasado.
Bajo su dirección, México suma cinco victorias, un empate y una derrota en siete partidos. En marzo pasado, logró el primer título de la Liga de Naciones de la Concacaf para el país, un logro que reforzó la confianza del plantel y del entorno futbolístico.
Aguirre, exentrenador del Atlético de Madrid y con experiencia mundialista previa, ha sido reconocido por su capacidad para construir grupos sólidos y competitivos. La actual etapa de trabajo busca consolidar una base estable, potenciar jóvenes talentos y combinar experiencia con dinámica.
Aunque aún queda más de un año para el inicio del Mundial, cada partido cuenta. Los amistosos de junio y septiembre ayudarán a definir roles, evaluar sistemas de juego y detectar necesidades específicas en distintas zonas del campo. También ofrecerán minutos a nuevos jugadores que buscan un lugar en la convocatoria definitiva.