Se están generando casi 40.000 muertes semanales por COVID-19 en todo el mundo, más de la mitad de ellas en China, indica el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en su discurso de la apertura en la 14 reunión del Comité de Emergencia sobre la pandemia de COVID-19, en la reunión de este viernes donde evaluan si el coronavirus sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Lunes 30 de enero se cumplen 3 años de que el director de la OMS elevó la COVID-19 a esta categoría de alerta, al entrar en el cuarto año de pandemia, Tedros ha reflexionado:
“no cabe duda de que nos encontramos en una situación mucho mejor que hace un año, cuando la oleada de ómicron estaba en su punto álgido y se notificaban a la OMS más de 70.000 muertes por semana”.

El número de defunciones semanales notificadas en octubre era casi el más bajo desde que empezó la pandemia: menos de 10.000 por semana.
“Sin embargo, desde principios de diciembre, el número de muertes semanales notificadas en todo el mundo ha ido en aumento. Además, el levantamiento de las restricciones en China ha provocado un aumento de las muertes en la nación más poblada del mundo”, ha alertado Tedros, quien ha recordado que en las últimas ocho semanas se han notificado “más de 170 mil muertes”, aunque “la cifra real es sin duda mucho mayor”.
La OMS actualizará este viernes sus cifras sobre COVID-19 para incorporar los casos y muertes notificados por China en las últimas semanas.

“Las vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas han sido fundamentales para prevenir enfermedades graves, salvar vidas y aliviar la presión sobre los sistemas y el personal sanitarios”, comenta Tedros
Pero ha lamentado que la respuesta mundial contra el virus “sigue siendo deficiente porque en demasiados países estas poderosas herramientas que salvan vidas siguen sin llegar a las poblaciones que más las necesitan, especialmente las personas mayores y el personal sanitario“.
“Muchos sistemas sanitarios de todo el mundo están luchando para hacer frente a la COVID-19, además de atender a pacientes con otras enfermedades como la gripe y el VSR, y con escasez de trabajo y trabajadores sanitarios fatigados”, ha añadido al respecto.

“Y la confianza pública en las herramientas seguras y eficaces para controlar la COVID-19 se está viendo socavada por un torrente continuo de información errónea y desinformación”, ha remachado.
Fuente: Infosalus.com
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