En una serie de comunicaciones interceptadas por los servicios de seguridad ucranianos, se ha descubierto que ejecutivos de empresas rusas y chinas con vínculos gubernamentales han mantenido discusiones entre Putin y Xi Jimping secretas sobre la construcción de un túnel submarino que conectaría Rusia con Crimea. Este proyecto, destinado a establecer una ruta de transporte protegida de posibles ataques ucranianos, resalta la determinación del Kremlin de mantener su control sobre Crimea, anexada ilegalmente en 2014, y la creciente dependencia de Moscú de China como fuente de apoyo global.
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Preocupaciones sobre la Seguridad del Puente de Kerch
Las conversaciones, que incluyeron reuniones a finales de octubre, fueron desencadenadas por las crecientes preocupaciones rusas sobre la seguridad del actual puente de 11 millas a través del Estrecho de Kerch. Este puente ha sido clave para el ejército ruso, pero ha sido blanco de bombardeos por parte de Ucrania en dos ocasiones, lo que lo convierte en un objetivo de guerra vulnerable. La propuesta del túnel submarino busca proporcionar una alternativa más segura y protegida.

Dudas hacia Putin sobre la Viabilidad del Proyecto
La construcción de un túnel submarino enfrentaría enormes obstáculos, según funcionarios y expertos en ingeniería estadounidenses. Nunca se ha intentado un proyecto de esta magnitud en una zona de guerra, y se estima que costaría miles de millones de dólares y llevaría años completarse. A pesar de las dudas sobre su viabilidad, Rusia busca implementar este proyecto ante el riesgo de que Ucrania perturbe el puente de Kerch durante un período prolongado.
Alexander Gabuev, experto en relaciones entre Moscú y Beijing en el Carnegie Russia Eurasia Center, señala que, tras no lograr una victoria decisiva en la guerra, Rusia enfrenta el riesgo continuo de ataques al puente. La construcción del túnel, aunque a largo plazo, podría ofrecer una solución más segura y protegida para el transporte hacia Crimea.

Participación China y Riesgos Políticos
Aunque la viabilidad del proyecto es cuestionada, los correos electrónicos interceptados indican que la Corporación China de Construcción de Ferrocarriles (CRCC), una empresa estatal, ha expresado su disposición a participar. Esto plantea riesgos políticos y financieros para China, ya que nunca ha reconocido oficialmente la anexión de Crimea por parte de Rusia, y las empresas chinas podrían enfrentarse a sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
Los correos mencionan reuniones con delegados chinos en Crimea y destacan la disposición de la CRCC para garantizar la construcción de proyectos de ferrocarriles y carreteras en la región. Aunque la autenticidad de los mensajes fue corroborada, la CRCC no ha respondido a solicitudes de comentarios.

Secrecy y Riesgos en el Proyecto
Los correos electrónicos revelan los esfuerzos chinos por mantener el secreto, indicando que la CRCC participaría bajo estrictas condiciones de confidencialidad. Menciona un banco chino dispuesto a convertir fondos de dólares en rublos para financiar el proyecto. Expertos estadounidenses expresan sorpresa ante el riesgo asumido por la CRCC, considerando los posibles sabotajes y sanciones.
La construcción de un túnel submarino, aunque técnicamente factible, sería una empresa masiva y costosa, comparable a proyectos europeos que llevan años en construcción. Aunque poco probable que se complete a tiempo para ayudar en la guerra actual, Rusia podría verlo como una inversión a largo plazo para asegurar un vínculo seguro con Crimea.
Fuentes. Infobae
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