Ricardo Ordóñez Jerez, un ciudadano veracruzano, murió tras mantenerse encadenado a un poste durante 40 días en la Plaza Lerdo de Xalapa. Su exigencia era clara: una audiencia con la gobernadora de Veracruz, Norma Rocío Nahle García, para exponer presuntas amenazas y abusos en su contra. Sin embargo, su petición nunca fue atendida. La protesta incluyó una huelga de hambre que deterioró rápidamente su estado de salud hasta llevarlo al fallecimiento.
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Murió ignorado mientras Nahle posaba con celebridades
Durante el tiempo en que Ricardo luchaba por sobrevivir en la vía pública, la gobernadora Nahle participaba en actos públicos junto a las actrices Angelina Jolie y Salma Hayek, lo que generó una oleada de indignación en redes sociales y entre sectores de la sociedad civil.

Para muchos, este contraste fue una señal clara de indiferencia institucional, lo que encendió críticas por considerar que la mandataria priorizó los reflectores mediáticos sobre los reclamos ciudadanos urgentes.

Indignación y cuestionamientos al gobierno estatal
Colectivos ciudadanos y usuarios en redes sociales han señalado que el gobierno estatal falló en establecer canales humanos y efectivos para escuchar casos como el de Ricardo.

Su fallecimiento se ha convertido en símbolo de la desatención gubernamental y ha reavivado el debate sobre la sensibilidad y responsabilidad de los funcionarios públicos frente a las demandas sociales más apremiantes.
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