Las elecciones primarias es una elección en la cual los votantes seleccionan al candidato que un partido presentará a una elección pública posterior, ellas pueden ser cerradas (solo sus militantes o abiertas ( todos los ciudadanos). En otras palabras, es una forma democrática de preseleccionar el candidato que un partido presentará.
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La democracia
En ellas los partidos políticos seleccionan a sus candidatos es mediante procesos de elecciones internas, a fin de que los partidos direccionan su vida interna hacia la democracia. No es que la realización de elecciones internas sea suficiente para hablar de partidos democráticos. La democracia siempre es más que elecciones.
Sin embargo, que los candidatos no sean elegidos “de dedo” ya podría ser un cambio importante para empoderar a la base de militantes en la toma de decisiones vinculantes dentro de los partidos.
Estas elecciones deben ser mediante el con voto libre, directo, igualitario y secreto de sus miembros o afiliados o del total de la población. Pero no podemos dejar de preguntarnos si es eficaz introducir dinámicas democráticas dentro de los partidos; ¿se trata de una competencia entre personas más que entre propuestas?; ¿están dando las autoridades electorales de cada partido garantías?;¿tienen realmente los militantes igualdad de oportunidades para expresar sus preferencias, sin presiones de parte de las autoridades de los partidos?
Si los partidos realizan elecciones internas “amañadas”, eso debe saberlo la ciudadanía en general. Esta tendría una oportunidad, negándoles su voto, para castigar a los partidos que habrían intentado burlase de ella y de sus militantes.
Las primarias en otros países
Originariamente han sido los Estados Unidos donde este sistema se desarrolló con mayor vigor constituyendo uno de los elementos básicos de su sistema político. Para un analista clásico de la política americana, las primarias, de acuerdo con los variados usos del término desempeñaban un papel más complejo del que se conoce en la actualidad. En sus diferentes usos el término siempre hacía referencia al momento de contacto inmediato del cuerpo de electores con su gobierno
En muchos partidos de Europa, quizá a excepción de Italia, Francia y España últimamente, las primarias no son frecuentemente utilizadas. En oposición, se convocan a Congresos o Convenciones nacionales con representantes de la militancia, lo que las convierte en elecciones indirectas.
América Latina
Las elecciones primarias son un instrumento de uso común en varios países de América Latina. Recientemente se realizaron en Argentina para que los partidos pudieran seleccionar sus candidatos a competir en elecciones generales y abiertas. Denominadas PASO (Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias), las elecciones primarias internas sirvieron para que entre varios precandidatos dentro de cada formación política se pudiera elegir al que tuviera el mayor consenso de entre los miembros del partido, para ser el candidato en las elecciones generales.
En América Latina las elecciones primarias tienen fuerza en países como Belice, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Jamaica, Uruguay, Venezuela, República Dominicana y otros.
Democracia en México
En México la democracia es un viejo anhelo que a pesar de tener uno de los institutos electorales más caros de mundo, aún estamos lejos de alcanzar. En cuanto a la democracia interna de los partidos, durante décadas se impuso la cultura priista del dedazo. El dedazo era una regla no-escrita para darle al presidente saliente la certeza de tener a un amigo, que no enemigo, como el siguiente presidente. El dedazo era un mecanismo reminiscente de la era cuando no existía la alternancia en el poder. Todo el proceso sucesorio sucedía dentro de un único partido, y lo decidía el presidente en turno.
Hoy el partido oficial Morena trata de convencer que las encuestas son el mejor y más apto instrumento para seleccionar candidaturas, en todos los niveles. Sin embargo, es un mecanismo totalmente desacreditado que sin duda pone en grave riesgo la legitimidad de los “elegidos”, e incluso puede generar una verdadera fractura dentro del partido. En cuanto a los partidos de la oposición no se llegó ni a encuesta.
Es decir, la democracia tanto en los países como en los partidos nos sigue pareciendo algo inalcanzable por el papel que juegan los medios de comunicación tradicionales en favorecer a los candidatos que responden a sus intereses, el poder judicial con los golpes blandos y no tan blandos, las proscripciones, el papel de los poderes internacionales, el dinero disponible para las campañas, la corrupción y el poder del crimen organizado.
Sin embargo, y con todas estas limitaciones, afirman que la democracia es el mejor sistema. Qué podemos hacer los que luchamos por una sociedad más justa y soberana, en primer lugar, no olvidar que, lo que está en juego nada más ni nada menos que dos modelos de país y que, nuestros candidatos deben tener la mayor legitimidad, exigir que los partidos que nos representan sean verdaderamente democráticos. ¿Será la hora de volver a movilizarnos?
