El 3 de octubre de 2024, Taiwán vivió una de sus peores tragedias sanitarias en años, cuando un incendio arrasó el Hospital Antai en Donggang, en el condado de Pingtung. Al menos nueve personas perdieron la vida, incluyendo ocho pacientes, en su mayoría ancianos con movilidad reducida, y un trabajador del centro. El incidente tuvo lugar alrededor de las 07:41 horas, cuando el fuego se propagó rápidamente, convirtiendo el día en una pesadilla para pacientes, familiares y personal médico.
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El fuego: un inicio devastador
El incendio se originó en el segundo piso del hospital, en una sala que contenía una gran cantidad de equipos eléctricos y cables de alta tensión. La densidad del humo generó un efecto chimenea, lo que dificultó la evacuación de los pacientes atrapados en sus camas. Las llamas se extendieron con rapidez hacia los pisos superiores, complicando aún más las labores de rescate. Los bomberos llegaron al lugar y trabajaron incansablemente para extinguir el fuego, logrando controlar la situación alrededor de las 13:08 horas.
La evacuación y el estado de emergencia
En medio del caos, cerca de un centenar de pacientes fueron evacuados con éxito a otros centros hospitalarios. Sin embargo, la escena era desgarradora. Muchos de los afectados, debido a su avanzada edad y delicado estado de salud, no pudieron soportar la inhalación de humo, resultando en la trágica pérdida de vidas. Las imágenes de la evacuación reflejan la valentía del personal de emergencia, quienes arriesgaron sus propias vidas para salvar a los demás.
Testimonios y reacciones del hospital
Su Ching-chuan, director honorífico del hospital, ofreció declaraciones a la prensa tras el incidente. En su intervención, destacó que el hospital realizaba inspecciones rutinarias contra incendios todos los meses, pero la densidad del humo fue tan abrumadora que el “efecto chimenea” asfixió a los pacientes mientras descansaban. La comunidad se encuentra en estado de shock y dolor, con los familiares de las víctimas buscando respuestas sobre cómo pudo suceder una tragedia de tal magnitud en un centro de salud.
Investigaciones en marcha
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas exactas del incendio. Según Su Ching-chuan, el hospital asumirá “cualquier responsabilidad” ante los familiares de las víctimas, reflejando la gravedad de la situación. Se espera que las conclusiones de la investigación ofrezcan claridad sobre las circunstancias que llevaron al desastre.
Condiciones eléctricas preocupantes
El director también mencionó que la electricidad en la zona había sido “inestable” desde la noche anterior al incendio, coincidiendo con la llegada de una tormenta que trajo vientos de hasta 162 kilómetros por hora a la cercana ciudad portuaria de Kaohsiung. Este detalle ha suscitado preguntas sobre la preparación del hospital y la respuesta de la empresa de suministro eléctrico en momentos de emergencia. “Tras el tifón Morakot en 2009, el generador del hospital funcionó sin problemas. Este tipo de incidentes nos hacen cuestionar el protocolo de seguridad ante fenómenos climáticos extremos”, afirmó Su.
La comunidad en duelo
La tragedia ha dejado a la comunidad de Donggang sumida en el luto. Los familiares de las víctimas se han reunido en el hospital, buscando consuelo y respuestas en medio de la angustia. La pérdida de vidas en un entorno que debería ser seguro ha generado un profundo dolor y un llamado a la acción para garantizar que esto no vuelva a ocurrir en el futuro.
Lecciones de seguridad y prevención
El incendio en el Hospital Antai no solo es un recordatorio de los riesgos que enfrentan las instalaciones de salud, sino también un llamado a revisar los protocolos de seguridad en todos los hospitales de Taiwán. La comunidad médica y los responsables de la política de salud deben trabajar juntos para implementar mejoras en la infraestructura y en la preparación ante emergencias.
Fuentes: Aristegui noticias
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