Paul Barning, un experimentado pescador de 58 años, desapareció frente a la costa de Port Stephens, Australia, después de ser arrastrado por un tiburón mako mientras participaba en un torneo estatal de pesca deportiva.
Las autoridades de Nueva Gales del Sur suspendieron la operación de rescate después de tres días de intensa búsqueda, sin poder recuperar el cuerpo del pescador. El trágico suceso ocurrió el 23 de febrero de 2025, cuando Barning y su tripulación intentaban capturar un tiburón significativamente más grande que la embarcación en la que navegaban.
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El incidente y el papel del tiburón mako
El accidente ocurrió a 55 kilómetros de la costa de Newcastle, mientras Barning navegaba a bordo del Dark Horse, una embarcación de 6,8 metros de eslora. Durante el torneo, el equipo logró enganchar a un tiburón mako. Mientras trataban de recuperar al animal, el pescador quedó enredado en el sedal y, al agitarse el tiburón, el sedal se tensó bruscamente, arrastrando a Barning fuera del barco.
Uno de los pescadores presentes en el barco relató a las autoridades que vio a Barning ser violentamente sumergido bajo el agua. “Lo sumergieron bajo el agua y desapareció”, indicó Steve Lamond, presidente de la Asociación de Pesca Deportiva de Nueva Gales del Sur. Las autoridades confirmaron que el pescador no llevaba chaleco salvavidas, lo que se destacó como un factor clave en su desaparición. Según el superintendente Joe McNulty, un chaleco salvavidas podría haber aumentado sus posibilidades de sobrevivir al accidente.
Búsqueda frustrada por las corrientes del océano
Tras el accidente, la tripulación del Dark Horse emitió una llamada de auxilio. Los equipos de Rescate Marítimo, la Policía Acuática y helicópteros participaron en una extensa operación de búsqueda en un área de 2.500 kilómetros náuticos. Sin embargo, las fuertes corrientes oceánicas complicaron el rescate. McNulty explicó que las rápidas corrientes en la zona hicieron más difícil localizar al pescador. Además, los tripulantes lograron sacar al tiburón a bordo después del incidente, lo que refuerza la idea de que el tiburón no atacó directamente a Barning, sino que el pescador quedó enredado en el sedal y fue arrastrado al agua.
A pesar de los esfuerzos, las autoridades confirmaron que la búsqueda fue suspendida el 25 de febrero, sin haber encontrado el cuerpo de Barning. “Desafortunadamente, en este momento, no se ha recuperado”, lamentó McNulty.
Legado de Paul Barning en la comunidad de pesca
La desaparición de Paul Barning ha dejado un vacío en la comunidad de pesca deportiva. La Asociación de Pesca Deportiva de Nueva Gales del Sur expresó su pesar por el trágico suceso y destacó la trayectoria de Barning como un miembro muy querido y respetado. “Era un pescador con mucha experiencia”, se leyó en un comunicado de la asociación. Barning era conocido por su dedicación al deporte y por su rol como secretario y expresidente del Port Hacking Game Fishing Club. Su legado y su amor por la pesca quedarán grabados en la memoria de quienes lo conocieron.
La tragedia también ha puesto en evidencia los riesgos inherentes a los torneos de pesca en alta mar. Steve Lamond, presidente de la asociación, reflexionó sobre los peligros que conlleva este tipo de actividad y subrayó la importancia de la seguridad durante las competiciones. “Este devastador accidente pone de relieve los riesgos que implica hacer lo que a todos nos gusta, la pesca deportiva”, dijo Lamond.
Reflexiones sobre la seguridad en la pesca deportiva
El accidente ha reavivado el debate sobre las medidas de seguridad en los torneos de pesca. Las autoridades han insistido en la necesidad de utilizar chalecos salvavidas, especialmente cuando se trata de maniobras con peces de gran tamaño, como los tiburones. “No importa cuánta experiencia tengas, por favor usa un chaleco salvavidas”, enfatizó McNulty. A pesar de la experiencia de Barning, su falta de chaleco salvavidas parece haber sido un factor determinante en su desaparición.
El dolor de la familia y la ausencia de despedida
El trágico suceso dejó a su familia sin la posibilidad de una despedida. Su esposa, Leonie, y sus hijos, Sam, Eleanor y Brigette, aún esperan respuestas sobre lo ocurrido. El hecho de que el cuerpo de Paul Barning nunca fuera recuperado ha dificultado el proceso de duelo para sus seres queridos, quienes no pudieron despedirse como hubieran deseado.
Fuentes: Infobae
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