El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, dejó claro que los visitantes internacionales que asistan al Mundial de Futbol de 2026 deberán regresar a sus países una vez concluido el torneo. Durante una rueda de prensa enfocada en la organización de los próximos eventos deportivos, Vance afirmó: “Queremos que vengan. Queremos que celebren. Queremos que vean el partido, pero cuando se acabe, tendrán que irse a casa”.
Esta declaración se realizó en el contexto de la primera reunión conjunta de trabajo dedicada a los preparativos para el Mundial, que se celebrará de manera conjunta entre Estados Unidos, Canadá y México. Se espera la llegada de aficionados de cerca de cien países para un torneo que, por primera vez, contará con la participación de 48 selecciones nacionales.
El vicepresidente agregó con tono ligero que quienes no cumplan esta expectativa “tendrán que hablar con la secretaria Kristy Noem”, responsable de la Secretaría de Seguridad Nacional. Con esto subrayó la intención de su gobierno de controlar los flujos migratorios y garantizar el retorno de los visitantes tras finalizar los eventos deportivos.
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Seguridad guiará la logística del torneo
La reunión de alto nivel contó con la participación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el presidente de la FIFA, Gianni Infantino; la secretaria de Seguridad Nacional, Kristy Noem, y el secretario de Transportes, Sean Duffy. Las autoridades coincidieron en la importancia de implementar medidas coordinadas para asegurar un flujo eficiente de turistas, jugadores y delegaciones durante la realización del campeonato.
Vance y los funcionarios presentes destacaron que el objetivo principal es ofrecer una experiencia segura tanto para los aficionados como para la población local. La administración estadounidense prevé un despliegue de recursos para gestionar los movimientos fronterizos, la vigilancia en los estadios y las áreas turísticas, así como la infraestructura necesaria para facilitar los traslados entre las distintas sedes que albergarán los partidos.

Aunque la declaración de Vance fue realizada con un toque de humor, su mensaje apunta a reforzar las políticas migratorias que han caracterizado las administraciones republicanas recientes, poniendo énfasis en la temporalidad de las estancias permitidas durante grandes eventos internacionales.
Política internacional entra en el debate deportivo
Durante su intervención, el presidente Donald Trump abordó un tema que vinculó la política exterior con el ámbito deportivo. Trump señaló que la posibilidad de que la selección de Rusia participe en el Mundial podría representar un incentivo para poner fin a la guerra en Ucrania.
Desde febrero de 2022, tanto la FIFA como la UEFA suspendieron a todos los equipos rusos de las competiciones internacionales a raíz del conflicto armado en Ucrania. Esta sanción permanece vigente, impidiendo que Rusia compita en torneos organizados por ambos entes futbolísticos.
El comentario de Trump sugiere que la reintegración de Rusia a las competencias deportivas internacionales podría formar parte de los incentivos diplomáticos que faciliten negociaciones hacia una resolución pacífica del conflicto. Sin embargo, ni la FIFA ni las autoridades europeas han emitido posturas oficiales al respecto en esta reunión.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se limitó a resaltar la magnitud del torneo de 2026, que será el primero en contar con 48 selecciones y múltiples sedes en tres países. Infantino señaló que el evento representa una oportunidad histórica para unir a diversas culturas a través del deporte.

Organización avanza con coordinación trinacional
Los trabajos de preparación para el Mundial continúan bajo un esquema de cooperación entre los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México, así como con las autoridades deportivas internacionales. La reunión permitió establecer los primeros lineamientos para la logística, seguridad, transporte y hospitalidad que requerirá un evento de esta magnitud.
Estados Unidos tendrá el mayor número de sedes, con ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Dallas y Miami previstas para albergar varios encuentros. Canadá y México complementarán el calendario con partidos en Toronto, Vancouver, Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
El secretario de Transportes, Sean Duffy, informó que las autoridades de los países trabajan en mecanismos que faciliten los traslados entre las sedes, tanto para los aficionados como para las delegaciones deportivas. Además, la coordinación busca garantizar procedimientos ágiles en aduanas y migración, sin descuidar los protocolos de seguridad.
Kristy Noem, secretaria de Seguridad Nacional, informó que su dependencia implementará medidas de control fronterizo que permitan un ingreso ordenado de visitantes, así como el cumplimiento de las condiciones de estancia durante el mundial.
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