Tras dos décadas de carrera, el actor mexicano Alfonso Herrera se ha presentado tanto en audiencias masivas como en íntimos teatros.
Hoy se ha convertido en un gran representante del cine mexicano.
En entrevista con GQ, el actor de 38 años nos platica sobre el motor detrás de su carrera.
Este año 2022 ha sido de grandes apuestas para el actor mexicano Alfonso Herrera.
Desde su aplaudida y más reciente participación en la serie Ozark de Netflix, a su primera aparición como la máscara de Batman en la serie de podcast para Spotify Batman Desenterrado. En esta última da vida al rol de voz del Hombre Murciélago.
El multifacético intérprete también esta por lanzar una comedia romántica con el título de Me casé con un idiota. Como si no fuera suficiente, saltará al mundo de la ciencia ficción bajo las órdenes del director Zack Snyder en la cinta Rebel Moon.
Es decir, un actor que cumple a la perfección con la definición de camaleónico, pero que, simplemente, prefiere definirse como alguien que “se mueve mucho y va de carpa en carpa, donde se necesite contar una historia, con la idea de buscar la felicidad… Creo que así resumiría este camino que elegí”.
El actor que debutó hace ya 20 años en Amar te duele define la felicidad como “Una tarde en el parque al lado de sus hijos mientras caminan; o, simplemente, cualquier noche jugando con lo que se les vaya atravesando en la jornada: una pelota, una muñeca, un juego de mesa.”
No falta tampoco una plática sobre cine, acerca del país, de la pasión y la vida con cualquiera de sus amigos, los más cercanos que siempre han estado y estarán ahí. O la sensación del regreso a casa después de un largo viaje de trabajo.
No puede faltar el reconocimiento espontáneo y sincero de tus colegas. Para el actor mexicano, la sensación de plenitud está ahí. Así fue como reconoció que “como cualquier persona, mi gran tarea es buscar la felicidad y a eso me he dedicado desde que empecé a actuar. Y la búsqueda termina con la oportunidad de celebrar con la gente que quieres y admiras, que casi siempre es tu familia”, sentencia.
Actuar trasciende
Aparte de llenar escenarios teatrales, grandes estadios y estudios internacionales, “Poncho” también ha sido imagen de campañas con marcas de trascendencia global.
Destaca su labor ante las Naciones Unidas, donde es invitado como Embajador voluntario por la agencia de la ONU para refugiados (ACNUR), lo que representa para él “una oportunidad de aprovechar que si tienes un micrófono enfrente y entiendes que puedes hacer diferencia, tienes que usarlo. Desde el 2018 colaboro con la ONU tratando de dar visibilidad a las problemáticas que atraviesan los refugiados por distintas situaciones, como la migración o la guerra”.
Definitivamente, tras los años y los logros, el actor cuenta que entendió que en su oficio la adaptación no es el único un requisito básico, sino también es parte de la esencia de lo que él eligió ser en la vida: un contador de historias.
Cada paso que doy, papel o viaje que hago es para tratar de ser congruente con mi búsqueda de la felicidad y, en gran medida, mis hijos son la felicidad.
También cuenta que la otra gran parte se compone de sus objetivos como actor. Hoy soy de los actores que piensan que ahí donde se abra la carpa es donde debemos ir a trabajar.

Según narra, esto lo ha llevado a vivir en muchas ciudades, como Vancouver, Bogotá, Caracas, Los Ángeles… Y, por ejemplo, antes me sentía en casa y contento en diferentes sitios, pero hoy, definitivamente, mi hogar es donde están mis hijos, así que trato de equilibrar ambas partes para llegar a ser feliz, que es lo que busco, como todos, y espero conseguirlo”, explica Alfonso.
Y continúa: “Hoy, estoy conmigo y sé distinguir la soledad de la desolación, y logro conectarme conmigo. Esa es parte importante de la búsqueda, ¿no?”.
La pregunta viene en un atinado momento, ya que su nombre aparece una y otra vez en encabezados que lo ligan a uno de los proyectos más importantes de la plataforma Netflix, a estrenarse en 2024: la película Rebel Moon, dirigida por el indómito y visionario Zack Snyder.
Pero el éxito no para ahí, ya que el galán confirmó su inclusión como Batman en un podcast del legendario superhéroe. En el tintero está también su regreso a colaborar con uno de sus grandes amigos de la industria cinematográfica, el director Luis Estrada.
Quizá así logre cumplir uno de sus grandes sueños: llevar a la pantalla grande la vida del legendario boxeador mexicano (muerto en un trágico accidente) Salvador Sánchez.
Me encanta el boxeo, es una gran pasión. Una de las historias que más me cautiva y que siempre he querido contar es la de Salvador Sánchez, el pugilista nacional que pudo cambiar para siempre la historia de dicho deporte, sin embargo, la vida no quiso que fuera así. Creo que ya no estoy en la edad de interpretarlo, pero sí de buscar alguna perspectiva distinta para poder cumplir ese sueño.
Otro aspecto que Alfonso destaca en que comprobó que la actuación es la gran ruta para su felicidad. “Últimamente he sentido el cariño de mis compañeros de oficio y eso me ha dado mucha alegría, es un motor y un abrazo para el alma. Siento ese cariño de la comunidad cinematográfica mexicana”.
Desde el Ariel por El baile de los 41 hasta la despedida que prepararon en el set de la serie Ozark en mi última temporada, me han dado mucha de esa felicidad que busco y son el impulso para esa nueva etapa que se viene y por la que estoy muy entusiasmado..”
Otro capítulo para Alfonso será representar a una de las marcas más importantes de whisky a nivel global, como lo es Johnnie Walker, en un año que parece ser definitivo en la búsqueda de la felicidad.
“Creo que las personas que tratan de trabajar conmigo entienden mi compromiso y empatan con mi esencia, y así ha sido con Johnnie Walker. Su respeto por las tradiciones, además de su búsqueda por seguir avanzando es algo que encuentro motivador, así que colaborar con ellos ha sido más que enriquecedor. Hoy, tengo suerte de poder participar en proyectos como este”, remata Herrera.
No queda duda que tenemos una gran expectativa de los proyectos de Alfonso y que serán ampliamente disfrutables.