Trump logra que Apple traiga cadena de suministro a EE. UU.
Donald Trump intensifica su política de “Estados Unidos primero” y el sector tecnológico responde. Apple, el gigante detrás del iPhone, anunció una inversión de 100 mil millones de dólares en Estados Unidos, un nuevo compromiso que eleva el total a 600 mil millones. El anuncio se produce después de que el presidente Donald Trump amenazara a la compañía con un arancel si no trasladaba más de su producción a suelo estadounidense.
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Esta inversión tiene como objetivo principal traer una mayor parte de la cadena de suministro de Apple al país, con un enfoque en la fabricación de componentes críticos.
Inversión, herramienta de presión
La promesa de Apple de invertir 100 mil millones de dólares es una respuesta directa a las políticas económicas de la administración de Trump. El presidente ha utilizado la amenaza de aranceles como una herramienta para presionar a las corporaciones estadounidenses a producir más en el país, como parte de una estrategia para fortalecer la industria manufacturera local.
“La agenda económica ‘EU primero’ del presidente Trump ha asegurado billones de dólares en inversiones que apoyan el empleo y las empresas estadounidenses”, declaró el portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers, en un comunicado.
“El anuncio de hoy con Apple representa otra victoria para nuestra industria manufacturera que, a la vez, ayudará a relocalizar la producción de componentes críticos para proteger la seguridad económica y nacional de Estados Unidos”, añadió.
Este nuevo programa de fabricación busca expandir la infraestructura existente de Apple en el país, sumándose a los planes previos de invertir en una planta de fabricación de servidores en Houston y una academia de proveedores en Michigan. El compromiso total de 600 mil millones de dólares es una cifra significativa que subraya la magnitud del cambio que la compañía está dispuesta a realizar para navegar en el actual panorama político. El anuncio, que se espera sea oficializado en la Casa Blanca, demuestra cómo las grandes corporaciones están adaptándose a un entorno que prioriza la producción nacional.
Presión arancelaria sobre el iPhone
La inversión de Apple se produce semanas después de que Trump amenazara con imponer un arancel del 25% a los iPhones si la empresa no aumentaba su producción en Estados Unidos.
El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, ha estado al frente de las negociaciones con la administración para buscar exenciones arancelarias, ya que la mayoría de los iPhones se ensamblan actualmente en China e India.
Analistas de la industria han señalado que la imposición de aranceles significaría un golpe considerable para los márgenes de beneficio de Apple y podría llevar a un aumento en los precios para los consumidores. La estrategia de Tim Cook ha sido históricamente la de buscar acuerdos para evitar estos costos adicionales, que podrían afectar la competitividad de la empresa frente a rivales extranjeros como Samsung.
La nueva inversión podría interpretarse como un intento de Apple por mitigar el riesgo arancelario y asegurar una relación favorable con la Casa Blanca, tal como lo logró durante el primer mandato de Trump, cuando la compañía obtuvo exenciones para varios de sus productos.
Estrategia de ‘EU primero’
El acuerdo con Apple no es un hecho aislado. La administración de Trump ha logrado una serie de compromisos similares con otras empresas tecnológicas importantes.
A principios de este año, se anunció una inversión de 100 mil millones de dólares en centros de datos de inteligencia artificial por parte de Oracle, SoftBank y OpenAI. El objetivo es alcanzar un total de 500 mil millones de dólares en inversiones para impulsar la innovación en el sector tecnológico estadounidense.
En el ámbito de los semiconductores, el presidente también ha intensificado las colaboraciones. Nvidia, una empresa líder en chips para inteligencia artificial ha manifestado sus planes de producir infraestructura de IA en Estados Unidos por un valor de medio billón de dólares en los próximos cuatro años.
Estos anuncios forman parte de una estrategia más amplia que busca revitalizar la industria manufacturera y tecnológica del país, asegurando que la producción de componentes críticos y tecnologías emergentes se realice en territorio estadounidense. Esta política no solo tiene implicaciones económicas, sino que también se presenta como una medida para proteger la seguridad nacional.
El factor geopolítico
La presión de Trump no se limita a las empresas estadounidenses. El presidente ha integrado la obtención de inversiones en sus negociaciones con otros países. Como parte de un acuerdo con la Unión Europea, el bloque se comprometió a comprar 750 mil millones de dólares en productos energéticos de Estados Unidos y a invertir 600 mil millones de dólares en el país.
De manera similar, un acuerdo con Japón incluye la creación de un fondo de 550 mil millones de dólares para inversiones en el territorio estadounidense.
Fuente: El Financiero
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