Durante su reunión anual de consejeros en México, el banco BBVA alertó este martes que la incertidumbre política y regulatoria podría representar un obstáculo para el crecimiento de la actividad económica en México en los próximos 12 meses, así como para la “oportunidad histórica” de atraer mayores inversiones al país a través del fenómeno del “nearshoring” o relocalización de empresas.
El presidente del Consejo de Administración BBVA México, Jaime Serra, mencionó que el país atravesará una situación paradójica en los próximos meses debido a la sucesión en el Gobierno mexicano con las elecciones presidenciales de 2024. Serra destacó la preocupación de que se tomen decisiones políticas y regulatorias que obstaculicen la actividad económica.
Sin embargo, también resaltó la gran oportunidad del nearshoring en el mismo periodo, lo que permitiría relocalizar las cadenas de suministro y atraer inversiones. Serra expresó que si se logra mantener la estabilidad económica y promover el nearshoring durante estos 12 meses, se habrá cumplido con la tarea de aprovechar esta oportunidad.
El presidente del Grupo BBVA, Carlos Torres, subrayó la posición sólida del banco para acompañar el proceso inversor que el nearshoring puede suponer para el país. Además, destacó la necesidad de resolver diversos cuellos de botella en diferentes sectores, como infraestructura, mano de obra y energías limpias, para aprovechar plenamente el potencial de crecimiento que representa el nearshoring.
El BBVA obtuvo un beneficio récord de 6.420 millones de euros en 2022, un 38% más que el año anterior. La inversión privada que puede atraer el nearshoring representa una oportunidad histórica para México.
Eduardo Osuna, director general del BBVA México, enfatizó que México tiene un enorme potencial y capacidad para aprovechar las oportunidades, aunque señaló que una recesión en Estados Unidos podría afectar el dinamismo de la economía mexicana. Osuna también resaltó el proyecto del Corredor Transístmico en el Istmo de Tehuantepec como el mejor proyecto económico del actual Gobierno mexicano y subrayó la necesidad de impulsar la inversión privada y la demanda interna.
El BBVA proyecta un crecimiento del 2.4% para el Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2023, mejorando sus expectativas iniciales, y estima un crecimiento más moderado del 1.8% para 2024.
Los empresarios y el Gobierno mexicano tienen la tarea de impulsar la inversión total del país y fortalecer la demanda interna para sacar a más personas de la pobreza, destacó Osuna.
A pesar de los desafíos y la incertidumbre, BBVA reafirmó su compromiso de respaldar el desarrollo económico de México y su confianza en el potencial del país para aprovechar las oportunidades y superar los obstáculos que puedan surgir en el camino hacia un crecimiento sostenible.
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