Por Ivonne Reyes
Cancún sigue rezagado en movilidad nocturna
Mientras en Cancún persisten los problemas de transporte en zonas alejadas y horarios nocturnos, otras ciudades del país como Puebla, León, Mérida y Ciudad de México ya transformaron su modelo de movilidad aun sistema más justo: el pago por kilómetro recorrido, así lo afirmó, Rafael Hernández Kotasek, titular del IMOVEQROO.
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En entrevista explicó que este modelo rompe con el esquema tradicional donde los autobuses sólo operan si logran llenar el vehículo, por ejemplo, la zona sur de Cancún, en donde muchos trabajadores que terminan su jornada después de las 9 de la noche enfrentan una gran dificultad para volver a casa, ya que deja de circular el transporte público, después de las 8 de la noche.
Pasajeros sin ruta: el costo del modelo tarifa-riesgo
Dijo que eso se debe por el modelo de “tarifa-riesgo”, es decir si no hay suficientes pasajeros para que la ruta sea rentable para el concesionario, simplemente no circulan lo que ha provocado que en varias zonas de la ciudad la movilidad se detenga dejando a trabajadores, estudiantes y personas en situación de vulnerabilidad sin opciones.

Por lo que es necesario que Cancún avance hacia un modelo de movilidad que garantice que nadie se quede sin transporte por vivir lejos o salir tarde de trabajar o estudiar, la movilidad no puede seguir siendo un privilegio, debe ser un derecho, afirmó el director del Instituto de Movilidad en Quintana Roo, Rafael Hernández Kotasek.
Añadió que, en estados como Puebla, rompen con esta lógica y en lugar de depender del número de usuarios, el gobierno paga a los concesionarios por cada kilómetro recorrido, bajo una tarifa técnica previamente calculada.
El servicio primero, no la ganancia: el modelo que Cancún necesita
El operador sigue siendo dueño del autobús, pero tiene la obligación de mantener una frecuencia, una calidad del servicio y un recorrido definido, lo que va permitir, que incluso si a las 10 de la noche sólo hay 20 o 30 pasajeros esperando en alguna zona periferia de Cancún para regresar a casa, el autobús salga a operar de todas formas. ¿Por qué? Porque el ingreso del operador ya no depende directamente de esos usuarios, sino del compromiso de brindar servicio.
Recalcó que contrario a lo que algunos piensan, este no es un subsidio para los empresarios del transporte, sino una inversión en el derecho a la movilidad y se va a calcular por medio de una tarifa técnica; que incluye el costo de mantener unidades con aire acondicionado, accesibilidad y buenas frecuencias, y si el pasaje cuesta menos de lo que realmente cuesta mover a una persona, el gobierno aporta la diferencia.
Afirmó que el resultado será positivo: transporte digno, seguro y accesible para toda la ciudadanía.
- Frecuencias más regulares y servicio nocturno, incluso en zonas con baja densidad de usuarios.
- Reducción de la competencia entre unidades por el pasaje, lo que mejora la seguridad vial.
- Mejores condiciones laborales para operadores, que ya no dependen de la “carrera por el pasaje”.
- Inversión en unidades nuevas, más accesibles y menos contaminantes.