Uno de cada cuatro británicos han tenido que tratar sus enfermedades ellos mismos con medicamentos que adquieren en farmacias o en línea tras no poder conseguir cita médica, mientras cientos de pacientes mueren semanalmente por esperar demasiado en salas de urgencias.
Según una encuesta realizada por la consultora Savanta ComRes entre 2.061 personas, un 16 % de los encuestados respondió afirmativamente a la pregunta de si la dificultad para tener una cita con un especialista les había llevado a “realizarse un tratamiento médico a sí mismo o a pedir a otra persona que no es profesional de la medicina que lo hiciera”.
Además, el estudio muestra que el 19 % de los pacientes optó por acudir a urgencias en busca de asistencia médica de emergencia por la misma razón. La investigación también reveló que un 11 % de los encuestados ha pagado para que los atiendan en una clínica privada.
En paralelo, los retrasos en los servicios de urgencias británicos podrían estar causando entre 300 y 500 muertes a la semana, declaró a Times Radio el presidente del Colegio Real de Medicina de Urgencias, Adrian Boyle, citado por el mismo medio.
37.837 pacientes esperaron más de 12 horas para entrar a urgencias en noviembre del año pasado, frente a los 10.646 registrados en noviembre de 2021, según datos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Ed Davey, líder del Partido Liberal Demócrata, que había encargado la encuesta, afirmó que los retrasos y las dificultades para acceder a la asistencia médica primaria es “un escándalo nacional”, y que en algunas zonas del país las citas médicas presenciales “casi se han extinguido”.
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