La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo hasta las tareas más sencillas. Las personas con Alzheimer también experimentan cambios en la conducta y la personalidad. En este apartado te revelaremos el avance farmacológico de este padecimiento.
Los síntomas de Alzheimer (cambios en la forma de pensar, recordar, razonar y comportarse) se conocen como demencia. Por esta razón, algunas veces se hace referencia a la enfermedad de Alzheimer simplemente como “demencia”. Otras enfermedades y afecciones también pueden ocasionar demencia, pero la enfermedad de Alzheimer es su causa más frecuente en las personas mayores.
La enfermedad de Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento, sino que es el resultado de cambios complejos en el cerebro que empiezan años antes de que aparezcan los síntomas y que originan la pérdida de neuronas y sus conexiones.
Avance trascendental contra la enfermedad
Expertos han aclamado el primer avance farmacológico capaz de ralentizar la destrucción del cerebro afectado por alzhéimer como un avance trascendental.
El logro de los investigadores pone fin a décadas de fracaso y demuestra que una nueva era de tratamiento con medicamentos contra esta enfermedad, la forma más común de demencia- es posible.
Sin embargo, el medicamento, conocido como lecanemab, solo tiene un pequeño efecto y su impacto en la vida diaria de las personas es debatible.
Además, el farmacológico es efectivo en las primeras etapas de la enfermedad, así que muchos pacientes quedarían excluidos sin que haya un método revolucionario para detectarlo anticipadamente.
Lecanemab ataca la placa pegajosa -llamada beta-amiloide– que se acumula en el cerebro de personas con alzhéimer.
Para un campo médico que está plagado de fracasos, desesperación y decepción, algunos ven este resultado experimental como un punto de inflexión triunfal.
La organización investigativa de Reino Unido Alzheimer’s Research UK calificó el descubrimiento de “trascendental”,
No es una “cura milagrosa”
En la actualidad, a la gente con alzhéimer se les receta medicamentos para ayudar a manejar los síntomas, pero ninguno de esos cambian el curso de la enfermedad.
El amiloide es una proteína que se aglomera en los espacios entre las neuronas del cerebro y forma placas características que son una de las marcas distintivas del alzhéimer.
La prueba experimental a gran escala contó con la participación de 1.795 voluntarios en la etapa inicial de alzhéimer. Se les aplicaron infusiones de lecanemab cada 15 días.
Los resultados, presentados en la conferencia de Pruebas Clínicas sobre la Enfermedad de Alzheimer, en San Francisco, y publicados en el sitio especializado New England Journal of Medicine, no representan una cura milagrosa.
La enfermedad continuó robando a los pacientes de su potencia cerebral, pero ese declive se ralentizó casi en un 25% a lo largo de un tratamiento de 18 meses.
¿Qué diferencias marcará?
Hay un debate entre los científicos y médicos sobre el impacto de lecanemab en “el mundo real”.
La ralentización del declive con el fármaco fue observada usando la clasificación de los síntomas de una persona. Se trata de una escala de 18 puntos, desde el normal hasta la demencia severa. Los que recibieron el fármaco tuvieron una mejoría de 0,45 puntos.
La profesora Spires-Jones señaló que eso era un “pequeño efecto” en la enfermedad, pero que “aunque no es dramático, yo lo tomaría”.
Las doctora Susan Kohlhaas, de Alzheimer’s Research UK, dijo que era “una efecto modesto… pero nos da un pequeño punto de apoyo” y la nueva generación de fármacos será mejor.
También hay contraindicaciones. Escaneos del cerebro indicaron un riesgo de derrame cerebral (en 17% de los participantes) e inflamación del cerebro (13%). En total, 7% de las personas que recibieron el fármaco tuvieron que dejarlo debido a los efectos secundarios.
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