El rey emérito Juan Carlos I de España es investigado por un juzgado de Barcelona por un presunto fraude a Hacienda por 600 mil euros.
Se sospecha que tanto el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, amigo del exmonarca, como su médico personal, el mexicano Manuel Sánchez, también está siendo investigado.
De acuerdo a RT Noticias, la estrategia seguida por Sánchez se trató de presentar declaraciones de impuesto sobre personas físicas (IRPF) con sólo “una mínima parte de las que realmente percibió”.
Las declaraciones corresponden a los periodos de 2016, 2017 y 2018.
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Al momento de declarar los ingresos de su clínica, el médico lo hizo como “ampliaciones de capital de la empresa que la gestiona”.
La empresa recibió 245 mil euros de la compañía de Sanginés-Krause, con sede en Madrid.
El aspecto sospechoso fue que “operación no se amparó en ningún contrato escrito“. La sociedad mercantil se ubicaba en Madrid.
Para las autoridades españolas, las ampliaciones de capital destinadas a la clínica de Sánchez fueron una simulación.
En su declaración ante el Ministerio Público, Sanginés-Krause reconoció que pagó viajes y regalos a Juan Carlos I por un monto de unos 270 mil euros, entre 2017 y 2018.
El empresario mexicano Sanguinés- Krause radica en Londres.
A él se le atribuye los regalos hechos mediante tarjetas opacas al rey emérito Juan Carlos I.