Esgrimistas acusan al COM de excluirlos ilegalmente de Panamericanos
Desde el Campeonato del Mundo en Georgia, un grupo de atletas mexicanos de Esgrima, identificados como Elliot, Vanessa y Max, ha lanzado un enérgico llamado a la justicia. Los deportistas denuncian que se les ha negado ilegítimamente su derecho a participar en los Juegos Panamericanos Juveniles Asunción 2025, a pesar de haber clasificado de manera legítima. El centro de su acusación apunta al Comité Olímpico Mexicano (COM), al que señalan por no reconocer la destitución de un dirigente federativo, afectando directamente sus plazas ganadas.
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Esgrima: Acusan injusticia
Los atletas de esgrima afirman haber clasificado a los Juegos Panamericanos Juveniles Asunción 2025 tras su destacada participación en el Campeonato Panamericano Juvenil. Según su comunicado, formaron parte del selecto grupo de los 14 mejores de América en su disciplina, cumpliendo así con el reglamento establecido por Pan Am Sports, el organismo que rige los juegos continentales. Este proceso de clasificación, aseguran, fue fruto de un “esfuerzo conjunto” y real de todos los compañeros.
La voz de los atletas resuena con frustración. Elliot, quien se identifica como el número 8 del mundo en su categoría de esgrima, denuncia específicamente haber sido despojado de su lugar en la justa panamericana. Más allá de su afectación personal, subraya una consecuencia que considera aún más grave: la pérdida de una “oportunidad para México de poder ganar una medalla”. Los atletas enfatizan que esta situación no solo es injusta para ellos individualmente, sino que repercute negativamente en el deporte nacional, al impedir que deportistas calificados representen al país en un evento internacional de alto nivel. La exclusión, afirman, socava los principios de mérito y juego limpio que deben regir en el ámbito deportivo.
Conflicto en la federación
El núcleo del problema, según la denuncia de los atletas, radica en una disputa de reconocimiento dentro de la federación mexicana de esgrima. Los deportistas señalan que el Comité Olímpico Mexicano se niega a aceptar que Jorge Castro ya no es el presidente de dicha federación. Esta postura del COM se mantiene a pesar de que, según los atletas, la Federación Internacional de Esgrima (FIE) ya lo desconoció, y la CONADE (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte) le retiró el registro oficial en México.
Los atletas interpretan la situación como un “castigo” por su negativa a aceptar lo que consideran una “ilegalidad” en la dirigencia de la federación. Esta controversia federativa ha escalado hasta el punto de afectar directamente la carrera de los deportistas, quienes se ven excluidos de una competencia fundamental en su trayectoria.
La situación plantea interrogantes sobre la autonomía de las federaciones y el papel de los organismos rectores del deporte en garantizar la transparencia y la legalidad en sus estructuras, así como sus posibles consecuencias para los atletas calificados. La persistencia del Comité Olímpico Mexicano en respaldar a un dirigente desconocido por otras instancias crea un vacío legal que, en este caso, se traduce en perjuicios directos para los deportistas.
Un llamado por la justicia deportiva
Desde Georgia, los atletas han lanzado un llamado vehemente, precisando su postura: “No pedimos favores, pedimos justicia”. Su exigencia principal es que se respeten los reglamentos deportivos que dictan que “las plazas individuales son del atleta que las gana”.
Esta declaración subraya el principio de que el mérito deportivo, obtenido en la pista de esgrima, debe ser el único criterio para la asignación de lugares en competencias internacionales. Su petición no se limita a su caso; trasciende a la defensa de un sistema deportivo justo y transparente para todos los competidores.
Los deportistas también expresaron un mensaje a quienes, según ellos, van a ocupar sus lugares: “No les deseamos salvar. Les deseamos algo mucho más importante, que nunca se arrebaten algo que sí se ganaron en la pista”.
Elliot, Vanessa y Max, junto con sus compañeros, se presentan como “México” y afirman querer “representarlo con verdad, con dignidad, con el corazón”. Su compromiso con el país es innegable, manifestado en su deseo de competir en la arena internacional con la frente en alto y bajo las condiciones de legitimidad.
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