Ciudad de México.- La aseguradora australiana Medibank confirmó que hackers robaron información de casi 10 millones de pacientes y piden un rescate millonario.
Medibank detalló que los hackers accedieron a información de 9.7 millones de pacientes asegurados con la empresa y piden un rescate para detener su filtración. Entre los datos robados de los clientes, figura el primer ministro Anthony Albanese.
Los hackers han estado filtrando muestras de la información de los pacientes en un foro de la Deep Web. Expertos señalan que parece que las muestras han sido elegidas para causar el máximo daño a los asegurados de Medibank. Publicaron datos acerca de su historial sobre drogadicción, abuso de alcohol, enfermedades de transmisión sexual y abortos.
Los hackers han solicitado un monto de 10 millones de dólares como rescate para evitar las filtraciones. El grupo anónimo de hackers indicó que podrían hacer un descuento, un dólar por cliente.
Descarta Medibank pagar rescate a hackers, millones de pacientes podrían ver sus datos expuestos.
Hasta la fecha, Medibank se ha negado a pagar la extorsión. Confirmaron el robo de información y datos personales de casi medio millón de asegurados. Aunque, indicaron, no se incluyen datos bancarios.
Este hackeo y otro anterior, que afectó a 9 millones de clientes de la empresa Optus, ponen en duda la capacidad de Australia para luchar contra ciberdelitos.
Medibank es la principal aseguradora privada de salud en Australia y la filtración de sus datos podría afectar a personajes influyentes del país. Los hackers amenazaron con vender los datos de al menos mil personalidades si Medibank no paga el rescate.
El jefe ejecutivo de Medibank calificó la filtración como vergonzosa.
“Convertir la información privada de la gente en un arma con la intención de extorsionar es mezquino. Y un ataque a los miembros más vulnerables de nuestra comunidad.”
Entre la última información filtrada en la Deep Web, había nombres, fechas de nacimiento, números de pasaporte, y datos de reclamaciones médicas de pacientes. Los datos estaban categorizados en dos listas, en “buena” y “mala”. En la marcada como “mala”, figuraba información acerca de adicciones o infecciones con VIH.
La ministra del interior australiana, Clare O’ Neil, clasificó a los hackers como “criminales ruines”.
“No puedo articular la repulsión que siento por la escoria que está en el centro de este acto criminal”.