En un controvertido movimiento, Huawei, la gigante tecnológica china, ha solicitado autorización al régimen chino para la manipulación de audios y videos mediante tecnología deepfake. Esta solicitud, que se enmarca en un contexto donde la desinformación y la manipulación digital son temas de creciente preocupación, ha generado un debate tanto en China como a nivel internacional.
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Las implicaciones de la tecnología deepfake
La tecnología deepfake se ha convertido en un tema candente en los últimos años debido a su capacidad para generar contenido audiovisual prácticamente indistinguible de lo real. A diferencia de los chatbots que generan texto, imágenes y audio nuevos a partir de las indicaciones del usuario, los deepfakes utilizan inteligencia artificial para crear datos visuales y auditivos que pueden ser utilizados para manipular o desinformar.
Esta tecnología ha generado preocupaciones sobre la manipulación digital y la propagación de información falsa, ya que puede ser utilizada para crear contenido altamente persuasivo pero falso. En un esfuerzo por abordar estas preocupaciones y navegar el panorama regulatorio, varias empresas tecnológicas chinas, incluyendo a Huawei, han buscado obtener aprobaciones del gobierno chino para el desarrollo y uso de modelos de manipulación de audio y video basados en deepfake.

La regulación de la tecnología deepfake en China
La Administración del Ciberespacio de China (CAC) ha recibido un total de 110 solicitudes de empresas tecnológicas chinas para obtener autorizaciones relacionadas con modelos de deepfake. Estas solicitudes buscan cumplir con las normas establecidas por la CAC en diciembre, que regulan el uso de la tecnología deepfake en el país.
Es importante destacar que este proceso de aprobación es independiente de la regulación que la CAC impone a las empresas tecnológicas chinas que desean lanzar productos de inteligencia artificial generativa (IA). Desde el éxito del ChatGPT de OpenAI, la demanda de productos de IA generativa ha aumentado significativamente, y algunas empresas chinas, como Baidu Inc y SenseTime Group, han obtenido aprobaciones gubernamentales para lanzar chatbots de IA.
Diferencias entre desinformación y falsedades
Para comprender mejor el contexto de esta solicitud de Huawei, es importante diferenciar entre la desinformación y las falsedades. Las falsedades son información incorrecta o errónea, ya sea intencional o no, mientras que la desinformación se refiere a información falsa creada y difundida con la intención de confundir o engañar.
Un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) encontró que las noticias falsas tienden a difundirse más rápido y ampliamente que las noticias verdaderas, posiblemente debido a su capacidad para llamar la atención. Esta tendencia ha llevado a la proliferación de diferentes formas de contenido falso, incluyendo los deepfakes.
La posición de Huawei en el mercado tecnológico
Huawei, fundada en 1987 por Ren Zhengfei y con sede en Shenzhen, es conocida por su presencia global en el mercado de las telecomunicaciones, los teléfonos inteligentes y otros productos electrónicos de consumo. La empresa ha estado presionando activamente para que los países, especialmente aquellos con fuertes lazos económicos con China, adopten su tecnología 5G.
En América Latina, las embajadas chinas han desempeñado un papel destacado en la promoción de los productos de Huawei y en la persuasión de los gobiernos locales para que adopten su infraestructura tecnológica.

Campaña de desinformación y la respuesta de Meta
La preocupación por la desinformación y la manipulación digital no se limita a China. Recientemente, Meta, la empresa matriz de Facebook, anunció que había desarticulado una vasta campaña de desinformación vinculada a China. Esta operación, conocida como “Spamouflage”, había estado activa desde 2018 y tenía como objetivo influir en la opinión pública en las redes sociales sobre China.
Meta eliminó alrededor de 7,700 cuentas de Facebook y cientos de páginas, grupos y cuentas de Instagram relacionadas con esta campaña. Según los informes, “Spamouflage” había estado promoviendo narrativas positivas sobre China y comentarios negativos sobre Estados Unidos y las políticas occidentales, lo que llevó a creer que era una de las mayores operaciones de influencia multiplataforma conocidas hasta la fecha, con presencia en al menos 50 servicios.
En resumen, la solicitud de Huawei para utilizar tecnología deepfake plantea preocupaciones importantes sobre la ética y seguridad en el uso de esta tecnología. A medida que la regulación y el escrutinio de la manipulación digital aumentan en todo el mundo, las decisiones de las autoridades chinas en este asunto tendrán un impacto significativo en la dirección futura de la tecnología deepfake y su aplicación.
Fuentes: Infobae
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