México.- Las imágenes satelitales permiten tener una dimensión de la deforestación en México. De un año a otro, y a veces en tan solo unas semanas, un bosque puede ser borrado del mapa.
A través de ellas se permite mirar el cambio paulatino de los terrenos que antes eran forestales. Gran parte de ellos se transforman en homogéneos campos agrícolas en los que solo crece un monocultivo.
En México, cada año, 47,770 hectáreas dejan de ser terrenos con cobertura forestal para convertirse en tierras agrícolas, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Monitoreo Forestal.
Se registra mas territorios con producción y menos bosques
El cambio abrupto de terrenos forestales a tierras agrícolas es la segunda causa de deforestación en México, después de la ganadera.
Hay regiones en donde la deforestación es más evidente, territorios en donde la agricultura mecanizada ha dejado su huella, zonas en donde un monocultivo predomina o comienza a tomar fuerza.
Hopelchén, en el estado de Campeche, es un ejemplo. Este municipio del sureste del país es hoy el principal productor de soya en México. También es considerado como una zona critica cuando se habla de deforestación.

“Lo que más me preocupa es que si esto sigue así, al paso a cómo va, de aquí a 20 años ya no habrá bosque aquí en la península”, dice un apicultor que nací en una de las comunidades mayas de Hopelchén y ha padecido los cambios en su entorno.
En Othón P. Blanco, al sur de Quintana Roo, por ejemplo, desde hace 40 años, los cañaverales se extendieron en lo que antes era selva. En ese municipio fronterizo con Belice la deforestación no se ha detenido, avanza dentro y fuera de la zona cañera. Hoy la región está dentro de los mapas de puntos críticos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
El municipio de Bacalar no aparecía en las estadísticas agrícolas oficiales. Fue a partir de 2013 cuando comenzó a reportar la siembra de miles de hectáreas con maíz y soya. En este territorio se repite la historia que ya se vivió en Hopelchén: las tierras ejidales son rentadas o vendidas a menonitas que están instalando en el lugar amplios campos agrícolas.
En el estado de Jalisco, cada 75 segundos un árbol es derribado en forma ilegal en las montañas de la entidad y su lugar es tomado por plantaciones de aguacate.
En México está prohibido talar o desmontar un terreno
En México está prohibido talar o desmontar un terreno con cobertura forestal, incluidos los acahuales. La única forma legal de hacerlo es con una autorización de cambio de uso de suelo forestal que se tramita ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable establece que no se puede autorizar un cambio de uso de suelo forestal en terrenos “en donde la pérdida de cubierta forestal fue ocasionada por un incendio, tala o desmonte sin que hayan pasado 20 años y que se acredite a la Secretaría que la vegetación forestal afectada se ha regenerado”.

Desde 2015 y hasta febrero de 2022, tanto las oficinas centrales como las delegaciones estatales de Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Michoacán, Jalisco, Chiapas de la Semarnat recibieron 1,218 solicitudes de cambio de uso de suelo forestal, de acuerdo con respuestas a solicitudes de información realizadas para esta investigación periodística.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la dependencia encargada de vigilar el cumplimiento de la legislación ambiental, ha realizado en todo el país 5,551 procedimientos administrativos por presuntos cambios de uso de suelo forestal ilegales.
Por su parte, la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente y previstos en Leyes Especiales, de la Fiscalía General de la República (FGR), ha abierto 112 carpetas de investigación por delitos de cambio de uso de suelo forestal en todo el país desde 2015 y hasta febrero de 2022, de acuerdo con una respuesta a una solicitud de información.
Manejo forestal comunitario
En diferentes regiones del país, el manejo forestal comunitario ha demostrado ser un camino para conservar los recursos forestales y, al mismo tiempo, tener alternativas laborales y económicas para quienes viven en territorios rodeados de bosques
Aún así, el manejo forestal comunitario no ha logrado captar los mismos apoyos gubernamentales que se destinan a programas que impulsan la agricultura mecanizada y la siembra de monocultivos.
El investigador Edward Ellis, del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana, y quien ha estudiado los efectos de la pérdida de bosques y selvas en México, en especial en la Península de Yucatán, ha documentado cómo aquellas regiones en donde se realiza manejo forestal comunitario los bosques y selva se mantienen en mejor estado.

En sus últimas investigaciones también ha encontrado que aquellos bosques que están rodeados de extensas áreas de cultivo, en donde se realiza la agricultura mecanizada, sufren un proceso de degradación: “Pierden su biodiversidad, su biomasa, su capacidad de retención de carbono”. Explica que es como si esos bosques y selvas estuvieran enfermos.
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