La infancia que vivió algún tipo de violencia física, sexual o psicológica en la etapa de los 7 a los 14 años, afecta de forma importante a su cerebro ya que es una etapa crítica de plasticidad neuronal y de mayores conexiones, así lo aseveró, Eduardo Calixto González, especialista en neurología y fisiología cerebral.
También te puede interesar: Marcelo Ebrard habla sobre las criticas de EE.UU. a México con respecto al fentanilo
En el marco del mes del cerebro y las neurociencias, la red de planetarios en Quintana Roo, invitó al conferencista y jefe del departamento y área médica del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” a impartir la ponencia “Enséñale a tu Cerebro Quien Manda”.

El ponente, Eduardo Calixto, afirmó qué entre los 7 y 14 años de edad, el cerebro de los niños y las niñas, se comunica con el giro del cíngulo, la amígdala cerebral y el hipocampo, siendo una etapa muy crítica para el desarrollo del cerebro, por lo tanto, si en esa etapa de la vida aparece cualquier tipo de violencia constante, las áreas del cerebro antes mencionadas se desconectan.
De tal forma que el cerebro infantil tiene cambios en sus neurotransmisores y hormonas que influyen a la generación de patrones y de actividad neuronal que suelen repetirse en la edad adulta y por eso uno puede ver a niños que pasaron de víctimas a victimarios, o niñas que cuando son mujeres tienen relaciones en donde viven el mismo tipo de violencia que tuvieron en su infancia.
El cerebro de estos niños y niñas en edad adulta buscarán repetir eventos similares a los que vivieron cuando tenían entre 7 y 14 años de edad, en el caso de que hayan vivido algún tipo de violencia constante es muy importante, cambiarla y modificarla para la construcción y mejor conexión de su cerebro.
Continuar leyendo: López Obrador propone eliminar la importación legal de fentanilo
De aquí la necesidad de poner especial atención en lo que hacemos en esa etapa de la vida, ya que 6 de cada 10 infantes violentados repetirán el patrón los varones en especial se convierten en agresores, patrón que se repetirá por varias generaciones.
Eduardo Calixto, recalcó que es una etapa del cerebro muy vulnerable.