Ante los últimos acontecimientos registrados en el estado de Guerrero, en donde ultimaron a trece agentes policiales, entre ellos dos mujeres y el propio secretario de seguridad pública de un municipio, así como la balacera registrada en el municipio de Benito Juárez en la comunidad metropolitana de Alfredo V. Bonfil; marcan el preámbulo de la promesa no cumplida en seguridad; ni cerca, ni con avances tangibles.
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Ciudadanos no perciben la seguridad
Según la propia encuesta de seguridad urbana del INEGI, así se sienten los mexicanos: Durante septiembre de 2023, 67.4 % de las mujeres y 54.1 % de los hombres consideraron que es inseguro vivir en su ciudad. Las ciudades con mayor porcentaje de población que se siente insegura fueron Fresnillo, con 95.4 %; Ciudad Obregón, con 92.3 %; Zacatecas, con 92.1 %; Uruapan, con 91.5 %; Naucalpan de Juárez, con 87.3 %; y Toluca de Lerdo, con 86.2 por ciento. Mientras que Cancún, 77% y Chetumal con un 57.5%.
El proyecto de la Guardia Nacional, en donde el objetivo inicial planteado era la de crear una fuerza policial nacional que sirviera de contención y encapsulamiento de los carteles y la de la delincuencia organizada, solo sirvió para un despliegue sin acción, y hasta ahora sin objetivos claros.
El cada vez más fuerte debilitamiento de las fuerzas municipales y estatales, y una inoperancia real de la federal, hace que los carteles se adueñen de más territorios y que las agencias de seguridad sirvan solo de relumbrón en eventos políticos y sociales, más allá de hacer sentir a la ciudadanía la paz anhelada.
El discurso oficialista
Mientras esto acontece casi a diario, el discurso oficialista es que estamos mejor, que ya se ha contenido la delincuencia, que ya no hay como antes corrupción y que hay que darle continuidad a la transformación para que ahora sí se den los resultados.
Si cuando menos en el diagnostico aparecieran datos, de crecimiento, capacitación, adiestramiento y mejoramiento de las condiciones policiales municipales y estatales; estaríamos quizá hablando de una primera etapa avanzada, pero hasta hoy es todo lo contrario.
Todo parece indicar que la seguridad puede esperar, porque desde el poder se dicen bien evaluados, la gente los quiere, y ya llego el tiempo de la campaña, para volver a prometer que se les dará ahora sí, seguridad a los ciudadanos.
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