El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha defendido la decisión de reducir los vuelos en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) para fomentar las operaciones en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), un proyecto emblemático de su administración.
López Obrador destacó que el AICM está operando en una capacidad saturada con un alto número de operaciones, lo que presenta riesgos. Ante esto, se ha anunciado que a partir de octubre se reducirá el límite de operaciones en el AICM de 52 a 43 por hora.
El AIFA, ubicado al norte de Ciudad de México en el Estado de México, es una obra prioritaria de López Obrador. Aunque ha recibido críticas por su distancia al centro de la ciudad y la falta de opciones de transporte, el presidente reafirma su valía y enfatiza que las aerolíneas habían prometido trasladar sus operaciones a este nuevo aeropuerto.
El presidente expresó que había hablado personalmente con los directivos de las líneas aéreas y que habían aceptado la propuesta de reducir las operaciones en el AICM en favor del AIFA, pero en lugar de disminuirlas, las incrementaron.
El AIFA, inaugurado en marzo de 2022, transportó solo 912,415 pasajeros en 2022, muy por debajo de la meta de 2.4 millones establecida en su Plan Maestro de Desarrollo.
En relación con las preocupaciones de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) sobre posibles disputas bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), López Obrador desestimó estas advertencias. También cuestionó que Estados Unidos no haya devuelto a México su Categoría 1 de seguridad aérea, que perdió en mayo de 2021, y sugirió que Washington estaba tratando de chantajear a México.
El presidente mexicano reiteró su compromiso con el AIFA y defendió su visión de mejorar la infraestructura aeroportuaria del país, incluso a pesar de las preocupaciones planteadas por algunos sectores.
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