En Tulum, ningún reporte de maltrato animal ha quedado sin respuesta. Desde enero, la Coordinación de Bienestar Animal ha recibido 42 denuncias por presunta crueldad hacia mascotas, y todas han sido atendidas de forma puntual por indicaciones del presidente municipal, Diego Castañón Trejo.
La atención prioritaria a estos casos refleja un compromiso institucional con el respeto a la vida animal y el fortalecimiento de una cultura de protección. De acuerdo con el director de Sustentabilidad y Medio Ambiente, Armando Angulo, 33 de estas denuncias ya han sido concluidas, mientras que las restantes continúan en proceso de evaluación conforme a los protocolos establecidos.
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Colaboración para el bienestar animal
En los casos más delicados, la atención no ha sido solo municipal. Las autoridades han trabajado de la mano con Jueces Cívicos y la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente, evaluando las condiciones de las mascotas involucradas para garantizar su integridad. En situaciones específicas, incluso se han generado sentencias para asegurar que los responsables enfrenten consecuencias.
El esfuerzo interinstitucional busca no solo castigar, sino prevenir y transformar entornos donde los animales puedan ser tratados con dignidad.

Acciones más allá de la denuncia
Pero la estrategia en Tulum va más allá del castigo. Programas como el “Croquetón”, que se realiza cada dos meses, han generado una participación activa de la ciudadanía. Mediante el intercambio de donativos de croquetas por plantas de la región, se fomenta no solo la adopción responsable, sino también la reforestación y el cuidado del entorno natural.
Este esfuerzo se lleva a cabo en colaboración con asociaciones de rescatistas, reforzando la labor comunitaria en la defensa de los derechos animales.

Un llamado colectivo en contra del maltrato animal
Angulo recordó que las denuncias pueden realizarse de forma anónima, invitando a la población a no ser indiferente ante casos de maltrato. “La protección de los animales es una tarea compartida”, subrayó, haciendo hincapié en que el bienestar de las mascotas requiere del compromiso tanto del gobierno como de la ciudadanía.

En Tulum, la protección animal ya no es un gesto aislado, sino una política activa, donde cada reporte cuenta y cada acción suma.
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