La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó enérgicamente la escalada de bombardeos en el centro de Gaza desde el 24 de diciembre, que ha dejado un saldo de al menos 131 palestinos muertos en más de 50 ataques dirigidos a tres campos de refugiados de la zona. La intensificación de los bombardeos ha afectado gravemente la vida de los residentes y ha destruido carreteras, dificultando la llegada de ayuda humanitaria a la región.
La ofensiva militar, que ha incluido ataques aéreos contra los campos de Al Maghazi, Al Bureij y Al Nuseirat, resultó en la muerte de al menos 86 personas en el campo de Al Maghazi, donde impactaron dos edificios residenciales. La situación es particularmente alarmante, ya que las fuerzas israelíes previamente habían ordenado la evacuación de residentes del sur de la franja de Gaza, instándolos a trasladarse al área central ahora atacada.
Seif Magango, portavoz de la Oficina de Derechos Humanos, expresó su preocupación por los bombardeos y la destrucción de carreteras que conectan los campos de refugiados afectados, lo que impide la entrega de asistencia humanitaria esencial. La comunidad internacional ha instado a un alto el fuego inmediato y a la protección de los derechos fundamentales de los civiles en medio del conflicto.
La situación en Gaza sigue siendo precaria, y la ONU hace un llamado urgente a todas las partes involucradas para que cesen la violencia, permitan el acceso humanitario y busquen soluciones pacíficas para garantizar la seguridad y el bienestar de la población civil. La comunidad internacional continúa presionando por una resolución sostenible y justa para el conflicto en la región.
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