En una sesión de emergencia convocada ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general, António Guterres, emitió un llamado urgente a la contención tras el reciente intercambio de ataques entre Irán e Israel.
Guterres recordó enfáticamente que la ley internacional prohíbe cualquier acción de represalia que implique el uso de la fuerza, haciendo hincapié en la gravedad de la situación actual. Este llamamiento parece estar dirigido tanto a Irán, quien justificó su ataque reciente como una represalia por el bombardeo de su consulado en Damasco, como a Israel, que afirmó reservarse el derecho de responder a los ataques iraníes.
A la sesión de emergencia asistieron representantes de Irán, Israel y Siria, quienes se espera que den su versión de los acontecimientos después de las intervenciones de los quince miembros del Consejo de Seguridad.
El líder de la ONU advirtió sobre las graves consecuencias de una escalada del conflicto, haciendo hincapié en la responsabilidad compartida de la comunidad internacional para evitar una mayor confrontación en la región. Guterres subrayó la necesidad urgente de lograr un alto el fuego en Gaza, garantizar la liberación de los rehenes en manos de Hamás y prevenir un aumento de la violencia en Cisjordania.
Si bien reconoció que tanto Israel como Irán han invocado la carta fundacional de la ONU para justificar sus acciones, Guterres criticó a ambos países. Condenó el ataque “de gran escala” lanzado por Irán contra Israel, así como el bombardeo del consulado iraní en Damasco por parte de Israel el 1 de abril, que goza de “inviolabilidad diplomática”.
“Es vital que evitemos cualquier acción que pueda conducir a una confrontación mayor en múltiples frentes en Medio Oriente, donde los civiles ya están pagando el precio más alto”.