Araceli Salcedo, vecina de Orizaba, una ciudad de 123 mil habitantes estaba en la terraza de su casa cuando la sorprendió el vuelo ruidoso de un helicóptero.
En ese momento, Araceli no lo sabía, pero a muy pocas cuadras de su vivienda, el caos ya se había desatado.
En redes sociales algunos usuarios reportaban que había ocurrido un robo a un banco cercano al boulevard, pero dicha versión fue desmentida por los medios de comunicación locales que comenzaron a reportar en vivo un intenso intercambio de balazos en una vivienda.
Atrincherados en el interior de una casa de seguridad, dos presuntos sicarios se grababan en un video que difundieron en internet, en el que aseguraban nerviosos que se querían entregar a las autoridades tras ser descubiertos, pero los policías estatales no lo permitían.
Yo me voy a entregar. Pero son los policías estatales los que me van a matar. Aquí están nuestros rostros
Mientras tanto, afuera del domicilio, las detonaciones y las bombas de humo se multiplicaban al mismo tiempo que las escenas de pánico.
Los automovilistas que transitaban ajenos a la situación frenaban en seco, tras percatarse de la balacera abandonaban sus vehículos y comenzaban a refugiarse.
Las autoridades veracruzanas anunciaron que se había activado el código rojo y pidieron a la población no salir de sus viviendas.
A la par, mientras tenía lugar la balacera, a unos pocos kilómetros, en la autopista federal que va de Orizaba a la vecina Córdoba, unos sujetos detuvieron un tráiler y le prendieron fuego bloqueando la carretera.
En la pequeña localidad de Fortín de las Flores y Córdoba, sobre el boulevard, otras personas armadas quemaron una de las bombas despachadoras de una gasolinera provocando otro incendio.


Finalmente, tras más de dos horas de terror, dos policías accedieron a la casa de seguridad, en cuyo interior quedaron marcados los impactos de las balas.
Poco después, el secretario de Seguridad Pública veracruzano, Hugo Gutiérrez Maldonado, informó en Twitter a la ciudadanía que el orden ya había sido restablecido, que se había logrado la detención de dos personas y que se abatió a otra, sin ser identificada.
También dijo que uno de los detenidos fue identificado como Faustino “N”, ‘el Tino’, presunto integrante de una banda delictiva que trabaja para ‘el Momo’, líder de una célula criminal que opera en el estado.
La mañana del día siguiente, las autoridades de los tres niveles de gobierno se apresuraron a quitarle importancia a los hechos de violencia en Orizaba.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en la mañanera que lo ocurrido “no fue tan grave” y que se trató más de un asunto de “propaganda en redes” que fue aprovechado por sus adversarios políticos para darse “el gusto”.
El gobernador Cuitláhuac García aseguró que Orizaba “no es un foco rojo de inseguridad” y destacó la coordinación entre fuerzas militares, policiales, navales y de la Guardia Nacional para contener la situación.
Mientras, el alcalde Juan Manuel Diez también dijo estar “contento” con la forma de operar de las autoridades policiacas.
Apenas el pasado 31 de agosto, luego de que en el primer trimestre del año aumentaron los robos de autopartes y vehículos, el alcalde había insistido en que Orizaba es “una ciudad segura” y con una de las mejores policías del estado.
Fuente: Animal Político
Imagen: El País/El Sol de Orizaba/Proceso