La pasión desbordante de los fanáticos argentinos por haber ganado la copa del Mundo de fútbol en Qatar 2022 dio la vuelta al mundo.
El día de ayer los miembros de la Selección llegaron a Buenos Aires para festejar junto con el pueblo. Se subieron a un camión con el techo modificado para poder pasearse.
Se estima que más de 4 millones de personas se lanzaron a la calle para apoyar a los jugadores.
Cargando banderas, playeras de la selección y sobre todo, una mágica e increíble energía desbordante por haber logrado la máxima presea del fútbol luego de 36 años.
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Cobertura internacional
Diversos medios cubrieron la llegada y festejo argentinos.
Entre ellos, Matthias Ebert, cronista y corresponsal de la televisión pública de Alemania.
El periodista dio una verdadera muestra de carácter y templanza, según Clarín, cuando salió en vivo desde Buenos Aires para reportar sobre los festejos en el centro de la ciudad de Buenos Aires.
En pleno verano porteño, sólo con la camisa prolijamente desabrochada en su botón más cercano al cuello, Ebert enfrentó a la cámara y los fanáticos argentinos.
Se hallaba a pocos metros del obelisco argentino, sede central de los festejos.
El reportero con micrófono en mano y escuchó la primera pregunta de la conductora desde estudios centrales en Berlín.
A continuación, Ebert fue rodeado por algunos chicos con camisetas argentinas y banderas que, sin saberlo, enviaban sus gritos de festejo a televidentes a miles de kilómetros de distancia.
El corresponsal, con 15 años de cobertura en Sudamérica, no esperaba el nivel de euforia alrededor de él.
Se le acercaron jóvenes más grandes y más ruidosos.
Ahora, además de los gritos cerca de su micrófono azul, también retumban aplausos y cánticos.
La turba lo rodeó, lo tocó, le tiró espuma de carnaval, haciéndolo parte del festejo.
El periodista declaró:
“Luego de una gran pelea (para ganar el mundial) la crisis en Argentina se olvida. La crisis de la industria, la inflación (cercana al 100% anual), todos los problemas, !ahora se festeja! Y por este mega festejo hay un estado de excepción en Buenos Aires. “
Y continuó: “Nadie sabe cómo despertará mañana. El lema es: hacer fiesta hasta morir. Es francamente muy loco.”
El periodista no pudo decir mucho más ya que un par de hinchas cubiertos de espuma agitaron la bander al frente de la cámara con una enorme sonrisa.