El año pasado celebró en el Auditorio Nacional 55 años de haber cantado por primera vez en México y lo hizo con un repertorio que combinó arias de ópera, música popular y de mariachi, arropado por el cariño del público mexicano que le agradece siempre su presencia y altruismo en este país.
Valencia,España.-El talento y la voz son regalos que merecen ser compartidos, piensa el tenor español Plácido Domingo, quien desde hace más de 50 años se ha dedicado a deleitar al público con el dramatismo y la característica belleza de su voz.
“Un equilibrado artista dramático que canta”, señaló alguna vez el cineasta italiano Franco Zeffirelli al referirse al también director de orquesta, quien este jueves cumple 75 años, y se prepara para ser protagonista en el Baile de la Ópera de Viena, el próximo 4 de febrero.
De acuerdo con información del diario español ABC, serán los pasajes de la opereta “La viuda alegre” del compositor austrohúngaro Franz Léhar (1870-1948); “I’m off to chez Maxim’s” y “Silent Lips”, entre otras, las piezas que interprete la Orquesta Filarmónica de Viena bajo la batuta del español en la gala inaugural.
De acuerdo con datos biográficos disponibles en su página oficial, Domingo nació el 21 de enero de 1941, en Madrid, España, hijo de Plácido Domingo Ferrer (1907-1987) y Pepita Embil (1918-1994), dos destacados cantantes de zarzuela con quienes residió en México a partir de 1950.
Un año antes habían llegado a este país donde fundaron su propia compañía de teatro, en la que el pequeño Plácido, entonces de ocho años, comenzaría sus lecciones de piano y solfeo, para después ser aceptado en el Conservatorio Nacional con sólo 14 años.
Cuentan que a la temprana edad de 16, se casó por primera vez y tuvo a su primer hijo, José, a partir de lo cual se dedica a varias actividades en el mundo de la música y el teatro para poder proveer a su familia, antes de dedicarse a la ópera profesionalmente. Durante su juventud, Domingo acompañó a cantantes en bares finos y no tan finos de la ciudad, tocó el piano para una compañía de ballet, incluso hizo algunas apariciones menores en televisión, hasta que su audición en la Academia de Ópera de México como barítono, le hizo darse cuenta de que con su voz bien podría ser tenor.
Su carrera como intérprete comenzó con papeles menores como “Borse”, en el “Rigoletto”, de Giuseppe Verdi, sin embargo, dos años después obtendría su primer principal como “Alfredo”, en “La traviata”, debutando en Monterrey, añade el portal biografiasyvidas.com.
Así comenzaría la exitosa vida de uno de los artistas más importantes y reconocidos de la ópera en el siglo XX, destacando por sus grandes repertorios franceses e italianos, interpretando obras como “Carmen”, “Sansón y Dalila”, “Don Carlo”, “Tosca” y el especialmente recordado “Otello”.
A la fecha, Plácido Domingo ha dado alrededor de tres mil 700 presentaciones en 145 roles, además de haber conducido más de 500 piezas en los teatros de casi todas las capitales del mundo, señala su página oficial.
Ha sido incluido en los Records Guiness por el tamaño de su repertorio y las apariciones en teatro junto con sus compañeros, José Carrera y Luciano Pavarotti son consideradas uno de los mayores éxitos de la ópera.
Considerado como uno de los grandes tenores de su generación, Domingo se ha dedicado también a la gestión administrativa de la ópera, jugando un papel esencial en el desarrollo regional de compañías hacia el reconocimiento internacional, primero como Director General en la Opera Nacional de Washington y, actualmente en el mismo puesto de la Opera de Los Ángeles.
La voz que posee lo ha hecho merecedor de numerosas condecoraciones entre las que destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1991), Orden del Imperio Británico (2002) Comandante de la Legión de Honor Francesa (2002).
(Fuente Aristeguinoticias)