En México, persiste un alto porcentaje de consumidores de bebidas endulzadas, superando incluso el porcentaje de consumidores de agua sola en ciertos grupos poblacionales, según alertan investigadores en un estudio sobre los consumidores de grupos de alimentos en la población mexicana.
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Análisis de la población mexicana
El análisis, publicado en el marco de la Ensanut Continua 2020-2022, una iniciativa conjunta de la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública, revela que el agua sola (83%) y las bebidas endulzadas (76%) son los grupos de alimentos mayormente consumidos por toda la población.
El estudio, basado en la información proporcionada por nueve mil 600 mexicanos de diferentes grupos de edad, destaca que cerca de la mitad de la población menor de 20 años consume botanas, dulces y postres, una cifra similar al porcentaje de consumidores de frutas y mayor al de consumidores de verduras (30%).
En todos los grupos de edad, el consumo de leguminosas no supera el 26 por ciento, lo cual es preocupante. Este bajo consumo de leguminosas, junto con otros datos revelados en el estudio, indica que existe una falta de equilibrio en la alimentación de la población mexicana.
Preocupantes porcentajes del estudio
Según los investigadores, el grupo de alimentos recomendables con mayor porcentaje de consumidores es el agua sola, con alrededor del 90% de los preescolares, escolares y adultos, y un 83.2% en los adolescentes. Sin embargo, en cuanto a los grupos de alimentos no recomendables, las bebidas endulzadas lideran con un alto porcentaje de consumidores (82.6% en preescolares, 93.6% en escolares, 90.3% en adolescentes y 76.3% en adultos).
Además, se reveló que menos del 30% de los niños y adolescentes, y solo el 49% de los adultos, consumen verduras regularmente. Los adolescentes son el grupo con menor porcentaje de consumidores de frutas, con un 39%. Por otro lado, las leguminosas y las nueces y semillas son los grupos de alimentos con menor porcentaje de consumidores en todos los grupos de edad, oscilando entre el 15.5% y el 26.2% para las leguminosas, y entre el 1.7% y el 4.7% para las nueces y semillas.
Los investigadores enfatizan que la dieta juega un papel fundamental en la carga global de enfermedades, ya que se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas y deficiencias nutricionales. Además, señalan que el consumo de granos enteros, frutas, verduras, nueces y pescado se ha asociado con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas. Por el contrario, el consumo de alimentos no recomendables, como carnes procesadas, alimentos con alto contenido de sodio y bebidas endulzadas, se ha relacionado con un aumento en la mortalidad y un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad, respectivamente.
Impacto tras crisis del Covid-19
Los investigadores también resaltan que la crisis sanitaria por COVID-19 ha tenido un impacto negativo en los hábitos alimentarios, especialmente en los hogares más vulnerables, donde se han observado cambios negativos en la alimentación debido a la reducción de ingresos, el aumento de los precios de los alimentos y la menor disponibilidad de los mismos.
Es fundamental monitorear los cambios en los patrones de consumo de alimentos en la población mexicana y promover una alimentación equilibrada y saludable. Se deben implementar estrategias educativas y políticas públicas que fomenten el consumo de alimentos recomendables y reduzcan el consumo de alimentos no recomendables. Es responsabilidad de todos, desde el ámbito individual hasta el gubernamental, promover estilos de vida saludables y asegurar el acceso a una alimentación adecuada y nutritiva para toda la población.
La alimentación es un factor determinante en la salud y el bienestar de las personas, y es fundamental adoptar hábitos alimentarios saludables desde temprana edad. Juntos, podemos mejorar los hábitos alimentarios en México y promover una vida más saludable para todos.
Fuentes: Excelsior
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