¿Alguna vez te has preguntado qué papel juegan las abejas, colibríes, abejorros y murciélagos en la naturaleza? ¿Por qué debe importarnos? El traslado de polen puede llevarse a cabo mediante el viento, o el agua, pero en la gran mayoría de las plantas se lleva a cabo a través de animales polinizadores.
Mariposas, abejas, colibríes, murciélagos y muchos otros grupos de animales buscan alimento en el néctar y polen de las flores. Al alimentarse de polen van dejando en otras flores restos del mismo, que transportan a las siguientes flores que visitan. Es así que la polinización resulta benéfica para ambos organismos.
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La polinización
Es un proceso natural importante para las plantas con flores, el cual consiste en la transferencia del polen hacia el órgano femenino, dando como resultado los frutos y semillas. Los insectos polinizadores tienen potencial de contribuir en algunos rubros, así como brindar otros productos alternativos derivados de la polinización como miel y polen.
¿Sabes cuáles son los principales polinizadores?
Son las abejas, mariposas, colibríes y murciélagos. El presente artículo tiene el objetivo de destacar la importancia de los insectos polinizadores en la sostenibilidad de los ecosistemas. Los insectos polinizadores tienen un papel fundamental en la preservación de la biodiversidad, alimentación, así como en la diversificación productiva sostenible. Sin embargo, el cambio climático y a la acción irresponsable del ser humano en los sistemas productivos y el manejo de plaguicidas en los cultivos pone en riesgo a estas especies que en definitiva son clave de la cadena de vida.
¿Cómo se da la polinización?
Los colibríes, abejas y los murciélagos, realizan una función ecológica importante en la conservación de los ecosistemas al tratarse de una especie polinizadora. Aunque no se encuentran en peligro de extinción, están perdiendo su hábitat.
Los polinizadores son animales encargados de ayudar en la reproducción de las plantas al transportar el polen de una flor a otra. De esta manera se fecunda el óvulo de la flor, desarrollándose las semillas y con ello el fruto.
Nosotros dependemos de las plantas y sus productos, como la resina, madera, o fibras para hacer tejidos. también, producen oxígeno que respiramos, absorben dióxido de carbono y otros compuestos. Entre los servicios ecosistémicos que nos ofrecen están el suelo, retención de humedad, regulación de temperaturas y mantenimiento de la cadena trófica de la naturaleza o cadena de vida.
¿El daño es reversible?
Pese a todo, preservar a las abejas y a los abejorros sí es posible. El daño es reversible sólo si se realizan acciones de conservación bien dirigidas. Una de ellas es eliminar el uso de pesticidas tóxicos para estos insectos. Ya existen otras opciones que en algunos países y estados desarrollan para eliminar los químicos.
Se puede recuperar los polinizadores, hasta cierto punto, si dejamos que llegue al grado que queden pocos abejas y abejorros, es muy difícil recuperarlos, si llevamos a cabo acciones de conservación enfocadas en los factores que están causando la extinción, en la mayoría de los casos es reversible.
Una de las opciones o recomendaciones que pueden ayudar es crear un jardín de polinizadores: espacio con plantas específicas para proporcionar alimento, refugio y agua para estos animales, según en las recomendaciones de especialistas.
Si bien se ha demostrado que son resistentes ante los embates, la realidad es que el constante daño ecológico y ambiental puede imposibilitar su conservación lo largo de los años, las distintas especies de plantas y animales han enfrentado diversos problemas: sequías, incendios, cambios de temperatura y de oxígeno.
Si no hacemos algo muy pronto, en los próximos diez o quince años perderemos una cantidad de especies y afectar la capacidad para sobrevivir.
Algunos ejemplos: en la UNAM y liderados por la directora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, de la UNAM, María del Coro Arizmendi Arriaga, llevan a cabo actividades encaminadas a la conservación de esta especie. Una de ellas es el Taller “Colibríes en mi casa. Aprendiendo a hacer mi propio jardín”, cuyo propósito es mostrar a los participantes cómo establecer un espacio con la selección adecuada de plantas. Iztacala, de la UNAM, María del Coro Arizmendi Arriaga
Estos sitios proporcionan, al igual que a otras especies polinizadoras, alimento, refugio y ambientes de reproducción, a la vez que esas aves e insectos que ahí confluyen, en su interacción con las plantas, permiten que estas produzcan más néctar con mayor proporción de sacarosa que otras. Arizmendi Arriaga y Laura Núñez Rosas, investigadoras de la entidad universitaria.
En las zonas con mayor urbanización de la Ciudad de México, en especial donde inician los bosques: el colibrí barba negra (Archilochus alexandri) y el colibrí opaco (Phaeoptila sordida), especies que son ligeramente distintas zonas de ciudad de México.
Actualmente, la escasez de abejas y abejorros ha obligado a algunas regiones de China a polinizar árboles frutales a mano. La polinización artificial tiene un costo enorme y se puede hacer en una escala pequeña, pero «¿qué pasaría cuando tienes que polinizar miles de millones de árboles y plantas?»
“Conservar a los polinizadores significa preservar el lugar donde vive, respetando su hábitat. Debemos conservar y cuidar los lugares donde se desplazan ya que hemos destruido y por supuesto no hemos respetado. Las casas se llenan de cemento, ya no hay macetas con flores, no hay lugares o pequeños espacios naturales para que estas pequeñas aves e insectos puedan sobrevivir”
Por su parte, Laura Núñez “dijo que las plantas deben ser aquellas que proveen el néctar y alimento que requieren los polinizadores. Nochebuenas, lavandas, buganvilias, entre otras, solo los atraen por su colorido, pero que no les aporta ningún recurso y los colibríes gastan energía tratando de buscar alimento”.
También en cuentan con espacio para que puedan llegar los polinizadores en la Escuela Nacional de Trabajo Social, la Facultad de Psicología, el Colegio de Ciencias y Humanidades Sur, TV UNAM, la Unidad Interdisciplinaria de Arquitectura del Paisaje y la Escuela Nacional de Estudios Superiores Morelia.
Algunas Recomendaciones
- Es importante hacer énfasis que los picaflores no pueden vivir en cautiverio, son los mejores voladores de la naturaleza y si no los dejan volar, se deprimen y mueren.
- Tampoco se deben comprar colibríes disecados como amuleto, una práctica ilegal que persiste porque sigue existiendo la creencia de que tenerlos es bueno para el amor.
- Plantar plantas nativas, son mejores fuentes de alimento y refugio.
- Crear jardines amigables: Diseñar jardines con flores variadas y evitar pesticidas.
- Evitar pesticidas neonicotinoides (Los insectos expuestos suelen presentar sacudidas y espasmos incontrolables, seguidos de parálisis, antes de morir), estos son dañinos para los polinizadores.
- Proporcionar hábitats naturales: Dejar áreas con vegetación y refugios.
- Usar casas para insectos: Ayudar a abejas solitarias y mariquitas.
- Reducir pesticidas: Optar por métodos de control de plagas menos dañinos.
- Apoyar la agricultura sostenible: Comprar productos orgánicos y de granjas respetuosas con los polinizadores.
- Educar y sensibilizar: Compartir información sobre la importancia de los polinizadores.
- Participar en programas de conservación: Colaborar ya sea como organizaciones sociales.
- Apoyar políticas de conservación
Así, que la próxima vez que veas a un colibrí, abeja o murciélago recuerda que gracias a ellos tenemos hermosas flores, medicamentos y comida entre otros. !!!Cuidémoslos!!!