Con la proximidad del 15 de septiembre, las calles de nuestras ciudades se transforman en un vibrante desfile de colores tricolores. Este año, el ambiente festivo se llena de banderas, guirnaldas, disfraces y bisutería con motivos patrios, pero también se enfrenta a un desafío inesperado: la competencia desleal con productos importados de baja calidad.

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Un mar de opciones para celebrar
Desde principios de mes, el comercio local ha comenzado a llenarse de una variedad de artículos para las fiestas de la independencia de México. En el mercado 23 y en otros puntos de venta, los consumidores pueden encontrar desde los clásicos sombreros y banderas hasta pulseras, collares, y juguetes tradicionales de madera que han ganado popularidad como artículos de colección. Los precios de estos productos varían considerablemente, oscilando entre 100 y 1,000 pesos, dependiendo de la calidad y el diseño.
El retorno de una tradición olvidada
Durante años, las decoraciones patrias eran una vista común en cada hogar mexicano, una manifestación del orgullo nacional que adornaba tanto casas como oficinas y negocios. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta tradición ha disminuido. Hoy en día, es más común ver estos adornos en los comercios que en los hogares, reflejando un cambio en la forma en que celebramos nuestras festividades.
Carlos Macías, un vendedor del mercado 23, explica que muchas de estas decoraciones se fabrican en Atlixco, Puebla, un reconocido centro de artesanía mexicana. “La mayoría de los productos son hechos a mano, con técnicas tradicionales que hemos perfeccionado a lo largo de los años”, comenta Macías. Sin embargo, estos artesanos enfrentan un reto creciente: la competencia desleal de productos importados.
La amenaza de los productos importados
En los últimos dos años, el mercado ha visto un aumento en la venta de artículos de decoración patriótica provenientes de China, disponibles en plataformas como Temu o Aliexpress. Aunque estos productos tienen precios significativamente más bajos, su calidad es cuestionable. Las banderas, playeras y adornos chinos suelen estar hechos con materiales que se rompen fácilmente, lo cual es una desventaja considerable en comparación con las opciones nacionales.
“La gente prefiere estos productos porque son más baratos”, señala Macías. “Por ejemplo, una playera con motivos mexicanos puede costar entre 250 y 300 pesos en los supermercados, mientras que en las aplicaciones chinas puede encontrarse por poco más de 100 pesos. Las banderitas nacionales se venden a partir de 30 pesos cada una, pero se pueden comprar 100 unidades por solo 36 pesos en estas plataformas”, añade.
Este abismo de precios ha llevado a una reducción en la demanda de productos artesanales mexicanos, afectando gravemente a los comerciantes locales que luchan por mantenerse competitivos.
Un llamado a la solidaridad nacional
En respuesta a esta situación, se ha intensificado un llamado en redes sociales para apoyar a los comerciantes nacionales. Los usuarios están siendo incentivados a elegir productos hechos en México, no solo por su calidad superior, sino también por el impacto positivo que tienen en la economía local y en la preservación de nuestras tradiciones artesanales.
Pese a estos desafíos, los vendedores locales son optimistas. Con una recuperación económica en marcha y un renovado entusiasmo por celebrar las fiestas patrias como antes de la pandemia, se espera un aumento del 40% en las ventas durante los días previos al 15 de septiembre. “Estamos viendo un regreso a la normalidad en términos de celebración. La gente tiene un mejor ánimo y está lista para celebrar”, concluye Macías.
Fuente: Novedades Quintana Roo