El conflicto entre Rusia y Ucrania ha dejado a cientos de civiles muertos, heridos y desplazados de sus tierras. En Rusia la situación se complica para aquellos que no compartan la ideología de su gobierno pues rusos anti-Putin son exiliados.
En un reportaje del New York Times, ciudadanos rusos que no comparten la ideología de su gobierno actual, terminan en el exilio y cada vez ven más lejana la posibilidad de regresar a su país.
Por lo menos más de 400 personas u organizaciones han sido designadas “agentes extranjeros” desde finales de 2020. Esta cifra aumenta semana con semana.
El gobierno usa la etiqueta para excluir y menospreciar a las figuras y organizaciones de la oposición, lo que equivale a tildarlas de enemigas del Estado.
Aunque esta etiqueta la toman como validación a su trabajo, la realidad es que les complica su vida y terminan huyendo de su tierra sin posibilidad de retorno.
Analistas y figuras de la oposición dicen que la designación es una forma de aumentar la represión que está contribuyendo al aumento de exiliados.
Rusos anti-Putin exiliados
En la lista existen politólogos; periodistas, caricaturistas, profesionistas en tecnología, empresarios, activistas y defensores de derechos humanos.
Karen Shainyan, periodista y defensor de los derechos homosexuales en Rusia ya habían salido del país con la etiqueta aparentemente destinada a obligarlos a mantenerse alejados.
“Quieren exprimir a las personas activas, no para matarlas o meterlas en la cárcel, sino para expulsarlas, al otro lado de la frontera”, dijo en una entrevista telefónica desde Berlín al New York Times, lugar en el que había aterrizado después de huir de Rusia el mes pasado.
Los expulsados se unieron a un éxodo de decenas de miles de rusos que huyeron del país desde la invasión de Ucrania el 24 de febrero. Una avalancha de rusos talentosos y altamente educados que decidieron que preferirían el exilio a vivir en un estado autoritario.
“Rusia está perdiendo a mucha gente excelente”, dijo Serob Khachatryan; que había iniciado un negocio de criptomonedas en Moscú justo antes de la invasión y ahora está en Armenia. Trabajando con otros profesionales de la tecnología de la información para encontrar formas de ayudar a los ucranianos y socavar a Putin.
Entre los designados como agente extranjero estaba Ekaterina Schulmann, profesora en la Escuela de Ciencias Sociales y Económicas de Moscú.
“Cualquiera puede estar en esa lista, ¿por qué no yo?”. ella dijo.
“Esto se parece mucho a un intento de expulsar a la gente”.
Schulmann dijo que había anticipado terminar en la lista.
Ella es presentadora de un programa de entrevistas políticas de YouTube con casi 1 millón de suscriptores. Donde describió la invasión como presenciar el desarrollo de una “catástrofe”.
Comentó que en una de sus antiguas residencias se colgaron folletos con su rostro y la frase “Ella apoya a los nazis ucranianos”.
Schulmann había anunciado en su programa pocos días antes de que la etiquetaran como agente extranjera que estaba en Berlín con una beca de un año en la Academia Robert Bosch.
La posición del Kremlin
El Kremlin ha alentado durante mucho tiempo a sus críticos a irse, y Putin dejó muy claro su desprecio por los disidentes en marzo; diciendo en un discurso televisado a nivel nacional que consideraba a quienes se identificaban con los valores occidentales como “escoria y traidores”.
Su portavoz, Dmitry Peskov, dijo que la “limpieza” ocurriría espontáneamente a medida que las personas desleales se mudarán al extranjero.
La ley sobre agentes extranjeros vinculaba la designación con la recepción de fondos desde fuera de Rusia.Pero históricamente el término se ha asociado con espías e infiltrados.
Las adiciones más recientes a la lista de agentes extranjeros se han inclinado mucho hacia periodistas y activistas por los derechos de los homosexuales.
Pero el círculo de personas a las que se apunta en los últimos meses se ha ampliado para incluir a cualquier tipo de crítico.
Notas internacionales: Disminuye deforestación de los bosques a nivel mundial.