Justicia para Ernestina: Corte Interamericana emite sentencia
A 18 años del asesinato de Ernestina Ascencio Rosario, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) está a punto de emitir una sentencia clave sobre las violaciones a los derechos humanos que afectaron a esta mujer indígena náhuatl.
La tragedia ocurrió el 25 de febrero de 2007 en la Sierra de Zongolica, Veracruz, cuando Ernestina, de 73 años, fue atacada y víctima de violencia sexual por parte de efectivos del Ejército Mexicano.
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Violaciones a los derechos humanos
Ernestina Ascencio fue hallada en condiciones devastadoras, con signos de violencia física y sexual. A pesar de los esfuerzos por obtener atención médica, falleció el 26 de febrero de 2007 sin recibir el tratamiento adecuado, en parte debido a la falta de traductores en los centros médicos.
La familia denunció este abuso ante las autoridades, pero la investigación sufrió una serie de obstrucciones, desinformación y corrupción por parte del gobierno mexicano.
La respuesta del Estado mexicano
Desde el principio, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) negó cualquier responsabilidad y culpó a “grupos ajenos a la institución”.
Además, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) mostró inconsistencias en los peritajes iniciales y, a pesar de las evidencias, no logró esclarecer los hechos.
A lo largo de los años, el gobierno federal y las autoridades estatales protegieron a los responsables, y el caso fue archivado, lo que generó una fuerte indignación en la familia de Ernestina y en diversos sectores de la sociedad.
La familia de Ernestina lucha por justicia
A lo largo de los años, la familia de Ernestina luchó incansablemente por justicia. Fue hasta 2020, tras años de desconfianza y lucha legal, que el caso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en 2023 determinó que el Estado mexicano había violado los derechos fundamentales de Ernestina Ascencio y de su familia, incluyendo el derecho a la salud, la vida, y el acceso a la justicia.
En agosto de 2023, la CIDH reconoció las irregularidades en la resolución del caso, lo que llevó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a tomar el caso en noviembre de 2024.
La CorteIDH y sus hallazgos
La Corte Interamericana determinó que el caso de Ernestina Ascencio es emblemático en la lucha por los derechos de las mujeres y las comunidades indígenas.
Entre sus hallazgos más relevantes, se destacó la gravedad de la situación por la pluralidad de agresores involucrados, la avanzada edad de la víctima y la implicación de agentes del Estado, lo cual resultó en una clara violación de los derechos humanos.
La Corte también subrayó la falta de atención médica adecuada que sufrió Ernestina antes de su muerte, la ausencia de traductores en una zona indígena y la parcialidad en la investigación del caso.
Las pruebas fueron limitadas, y la familia fue excluida del proceso, lo que violó su derecho a una justicia efectiva, igualitaria y sin discriminación.
Un largo camino hacia la justicia
El caso de Ernestina Ascencio se ha convertido en un símbolo de la lucha por la justicia y la reparación de derechos para las víctimas de violencia, especialmente para las mujeres indígenas que a menudo son invisibilizadas por el sistema judicial y las autoridades.
La familia de Ernestina, que ha pasado por años de sufrimiento y obstáculos legales, ahora espera que la Corte Interamericana emita una sentencia favorable que sirva como una reparación simbólica por tantos años de impunidad.
El Estado mexicano, por su parte, ha sido señalado en reiteradas ocasiones por su falta de diligencia en la investigación y por el trato discriminatorio hacia las comunidades indígenas.
A medida que se espera el veredicto final de la CorteIDH, muchos confían en que este fallo marque un punto de inflexión en la manera en que se manejan los casos de violencia sexual y violaciones de derechos humanos en México.
Este caso no solo busca justicia para Ernestina Ascencio, sino que también tiene un alcance mayor.
La resolución de la Corte Interamericana podría establecer un precedente importante en cuanto a la forma en que el gobierno mexicano maneja las denuncias de violencia sexual, el abuso de poder por parte de militares y la falta de acceso a la justicia de las comunidades indígenas.
La importancia de la memoria
El caso de Ernestina Ascencio, además de ser una cuestión de justicia, representa la importancia de no olvidar.
La memoria histórica juega un papel crucial en la construcción de una sociedad más justa, en la que se reconozcan las víctimas y se asuma la responsabilidad por los actos cometidos.
La lucha de la familia de Ernestina es un recordatorio de que las mujeres indígenas tienen derecho a vivir con dignidad, y a que el Estado debe garantizarles los mismos derechos que a cualquier otra persona.
Con la CorteIDH dictando su sentencia, la familia de Ernestina y los defensores de los derechos humanos esperan que este caso, que marcó a tantas personas en México y el mundo, finalmente sirva para que se hagan las reparaciones necesarias y se evite que tragedias similares se repitan en el futuro.
Fuente: Aristegui noticias
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