Sheinbaum refuta informe sobre cárteles que afectarían pacto bilateral
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo desmintió la información publicada por el diario estadounidense The Wall Street Journal, que sugería que la delincuencia organizada en México podría entorpecer un acuerdo de seguridad entre ambas naciones. En su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum afirmó que el acuerdo bilateral “ya está listo” y que, a pesar de lo que había anticipado el secretario de Estado, Marco Rubio, la firma no se realizará esta semana, pero se esperan más detalles pronto. Las declaraciones de la mandataria mexicana tienen como objetivo clarificar la situación y refutar la narrativa del medio estadounidense, que citó la fuga de un ciudadano chino como evidencia de la supuesta influencia de los cárteles en el gobierno mexicano.
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El artículo del Wall Street Journal, titulado ‘Mexico’s Drug Cartels Bedevil Sheinbaum’s Dealmaking With Trump’, ponía en tela de juicio la capacidad del gobierno mexicano para controlar a las poderosas organizaciones criminales. Como ejemplo central, el diario mencionó el caso de Zhi Dong Zhang, alias ‘Brother Wang’, un presunto traficante de fentanilo que escapó de prisión domiciliaria en la Ciudad de México. Según el texto, este incidente no solo “enfureció” a la presidenta Sheinbaum, sino que también confirmaría, a ojos del expresidente Donald Trump, que el crimen organizado tiene una incidencia considerable en los niveles más altos del gobierno mexicano, lo que podría “debilitar” las negociaciones en un contexto de tensiones comerciales globales.
Cuestionan las fuentes
Ante las preguntas de los periodistas, la presidenta Sheinbaum fue categórica en su crítica al diario. “No, no sé de dónde saca sus fuentes pero no están bien sus fuentes, porque no (ponen en riesgo el acuerdo)”, sostuvo. Con esta declaración, la mandataria desacreditó directamente la premisa del artículo, subrayando que las afirmaciones del Journal carecen de fundamento real en el proceso de negociación. La respuesta de Sheinbaum subraya la importancia de la información oficial y su determinación para controlar la narrativa en un tema tan delicado como la relación bilateral con Estados Unidos en materia de seguridad. Este tipo de incidentes, donde se confronta la información de medios extranjeros, ha sido una constante en la política reciente del país.
La presidenta Sheinbaum ha mantenido una comunicación con el gobierno de Estados Unidos para ultimar los detalles de este acuerdo. Su declaración de que el pacto “está listo” envía un mensaje de control y eficiencia en la diplomacia mexicana. El hecho de que se aclare que la firma no será esta semana, contrariamente a lo que había anticipado un alto funcionario estadounidense, también gestiona las expectativas públicas y muestra una coordinación medida en el manejo de la información. El nuevo acuerdo de seguridad se presenta como un tema prioritario en la agenda de la nueva administración, con la intención de establecer una nueva base de cooperación que, a diferencia de iniciativas pasadas, se centre en principios de respeto mutuo y soberanía.
Principios fundamentales del acuerdo
Para dar más claridad sobre el contenido y la filosofía del acuerdo, Sheinbaum enumeró los cuatro principios bajo los cuales se llegó al entendimiento. Estos son: Respeto a la soberanía, Respeto a la territorialidad, Confianza mutua, y Cooperación y coordinación. La inclusión de los dos primeros puntos es particularmente significativa. El “Respeto a la soberanía” y el “Respeto a la territorialidad” son principios que responden a las tensiones y propuestas que han surgido en el pasado, como la idea de que Estados Unidos podría enviar tropas a territorio mexicano para combatir a los cárteles. Al poner estos principios al frente del acuerdo, la administración de Sheinbaum establece una línea clara sobre los límites de la cooperación y asegura que cualquier colaboración se hará en términos de igualdad.
En una segunda intervención, la presidenta confirmó que el expresidente Trump, de hecho, preguntó sobre la posibilidad del “ingreso de tropas estadounidenses a México”. Sin embargo, Sheinbaum rechazó enfáticamente esta opción y añadió que Trump “lo entendió”. Esta revelación es un punto clave, ya que demuestra que la postura de la nueva administración mexicana sobre este tema ha sido firme desde el inicio de las conversaciones. La presidenta fue enfática al afirmar que, aunque “pueden insistir”, la entrada de tropas extranjeras “no está sobre la mesa”. Esto no solo cierra la puerta a una de las propuestas más polémicas de la política exterior estadounidense, sino que también refuerza la imagen de un gobierno mexicano que defiende su autonomía y soberanía con firmeza.
Un nuevo marco de cooperación
Este nuevo acuerdo de seguridad busca establecer un marco diferente al de iniciativas anteriores como la Iniciativa Mérida, que a menudo fue criticada por sus asimetrías y por no haber logrado los resultados esperados. La inclusión de “Confianza mutua” y “Cooperación y coordinación” como principios fundamentales sugiere que la nueva administración busca una relación más equitativa y colaborativa. El objetivo es que ambos países trabajen juntos en la lucha contra el crimen organizado, pero siempre dentro de un marco de respeto a las leyes y la soberanía de cada nación. El acuerdo, por lo tanto, no se centra solo en la represión, sino en una colaboración estratégica y coordinada que respete los límites de cada país. La presidenta ha dejado claro que, aunque hay un acuerdo, la divulgación de los detalles y la fecha de la firma serán manejados con cautela y en el momento oportuno.
Fuente: Aristegui noticias
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