México ha tenido esa “condena”, nuestro vecino del norte nos dejó sin la mitad de nuestro territorio. Sin varios recursos naturales, sin que pudiéramos tener una industria propia, y un largo etcétera. Pero también nos da la gran oportunidad de tener al mercado más grande para poderlo explotar. Y tal pareciera que solo se dieron cuenta los narcotraficantes de ese enorme potencial.
Pero no es así, y es que en el top 5 de los productos que más le vendemos a ese mercado es el de los vehículos (automóviles, tractores, etc.) con casi 61.480 millones de dólares. Le sigue los dispositivos de almacenamiento con casi 22.000 millones de dólares, Tequila y varios productos agrícolas como el aguacate y cítricos.
En su conjunto le exportamos 349.800 millones de dólares, es decir del total de lo que exportamos al mundo el 79% se va hacia nuestro vecino del norte.
Hay mucho por explotar y hacer llegar. La última inversión que se ha anunciado de una empresa americana en el país es la de TESLA quién abrirá una fabrica en el estado de Nuevo León con una inversión estimada en los 5mil millones de dólares. Donde lo que se producirá buena parte se venderá en Estados Unidos.
Así pues, a veces parece maldición, y otras veces bendición. Y ni que decir de destinos turístico como Cancún, Rivera Maya, Isla Mujeres, Tulum o Cozumel, que sin los turistas americanos y la derrama que dejan cada año, no hubiera sido tal el detonante económico de nuestro estado.
El reto de México está en dejar de ser los “echa culpas” del pasado y aprovechar nuestro presente, y con ello generar un país ganador del futuro. Dejemos de pensar en el país que no fue, para construir el que debemos hacer.