Dice una frase popular que en política nadie gana, alguien pierde… Lo anterior viene a colación por la disputa épica que se dio en el Senado entre la oposición y los morenistas.
La fallida elección de un comisionado del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) desató una crisis. Esto orilló al grupo de Morena y aliados a legislar -sobre la rodillas – y aprobar por vía rápida 20 leyes. Entre estas destacan la reforma a la ley Minera, la extinción del INSABI, Conacyt y Financiera Rural.
El altercado, que alcanzará dimensiones jurídicas, pues la oposición anunció que interpondrá acciones de inconstitucionalidad para revertir por lo menos 8 leyes, dejó varios damnificados.
Los primeros perdedores somos los ciudadanos. Quienes ante la inoperancia en la que cayó el INAI, por la falta de consejeros, veremos lastimado nuestro derecho a acceder información pública. Como lo garantiza la Constitución.
El segundo gran grupo damnificado son estudiantes e investigadores, quienes han fustigado la aprobación de la nueva ley de Ciencias. En su opinión, los deja sin libertad para elegir los temas a investigar y afecta al presupuesto asignado a la materia.
En situación similar quedan miles de productores rurales, ante la extinción de la Financiera Rural.
Otro gran lastimado es el coordinador de los senadores morenistas, Ricardo Monreal. Perdió toda fuerza como interlocutor con la oposición, al fracasar su promesa de que la fracción morenista elegiría a Ricardo Salgado como comisionado del INAI.
Monreal tiene al interior del grupo senatorial de Morena, la misma fuerza que un Tehuacán destapado ayer. Su futuro en Morena se vislumbra gris.
Quienes obtienen dividendos de la gresca son Morena y la oposición.
El pleito entre las fuerzas políticas radicalizó las posiciones de ambos bandos. Nada más dese una vuelta por las redes sociales y se dará usted cuenta de los argumentos y ataques que poseen cada grupo.
Nadie gana, alguien pierde… y esos somos los ciudadanos.
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