Leopoldo González González, arzobispo de Acapulco, emitió un mensaje de Año Nuevo en el que instó a la comunidad a dejar atrás el 2023, reflexionar sobre las lecciones aprendidas y expresar gratitud por los días vividos.
A más de dos meses del impacto del huracán Otis en Guerrero, el líder religioso destacó la necesidad de reconstrucción y el anhelo de seguridad, justicia y paz en la patria.

En su comunicado, Arzobispo González González recordó la devastación causada por el huracán de categoría 5 el 25 de octubre, especialmente en las áreas de Acapulco y Coyuca de Benítez.
Hizo hincapié en la importancia de aprender de los acontecimientos pasados y fortalecer los protocolos de advertencia de riesgos para prevenir futuras tragedias.
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El huracán Otis dejó al menos 52 muertos, 32 desaparecidos y más de 250 mil viviendas con daños.

El arzobispo subrayó la falta de medidas oportunas para mitigar los estragos y resaltó la necesidad de estar más atentos y ser más dóciles ante posibles desastres naturales.
Además, informó que el ciclón generó daños significativos en el estado, afectando más del 80% de hoteles, negocios y viviendas, siendo considerado el tercer siniestro más costoso para las aseguradoras.